El Real Madrid lleva ya varias semanas entrenando al convertirse en uno de los equipos más madrugadores de Europa en eso de terminar las vacaciones de verano. La llegada de Carlo Ancelotti para dar comienzo a su segunda etapa como entrenador blanco provocó que la actividad deportiva en el club se adelantara más de lo previsto. El italiano llegaba con ganas.
Sin embargo, no regresaron todos los jugadores, lógicamente, ya que algunos se encontraban todavía disputando partidos con sus selecciones o de vacaciones al haber estado en competiciones como la Eurocopa. No obstante, algunos como el nuevo fichaje David Alaba ya han terminado su periodo vacacional y han llegado a Valdebebas para formar parte de los entrenamientos del equipo blanco.
Otro jugador que lo hará en breve es Gareth Bale. Las vacaciones del galés, que disputó la Eurocopa con su selección, llegan a su fin y será momento de que regrese al Real Madrid casi un año después de su salida, ya que el 'Expreso de Cardiff' pasó la última temporada cedido en el Tottenham y no defendiendo los colores del equipo blanco.
Su mala relación con Zidane y su bajón de rendimiento en los últimos años provocaron que el Real Madrid le buscara una salida el pasado verano que dejara satisfechas a ambas partes. No fue posible encontrar un equipo comprador y el Tottenham se ofreció para hacerse cargo de la cesión del galés.
Ahora, Bale regresa tras una temporada de altibajos en Inglaterra. Cierto es que por momentos ha vuelto a recordar al mejor Bale, encadenando buenas actuaciones, demostrando sus habilidades y explotando la velocidad y la potencia que todavía le quedan en las piernas. Además, ha sacado esa faceta tan suya para ser decisivo a la hora de sumar goles y asistencias.
En una temporada en la que no ha disputado muchos minutos, fue capaz de terminar con 16 goles y 19 tantos producidos, unas cantidades nada desdeñables y que superan con creces las conseguidas por muchos jugadores de ataque del Real Madrid que incluso han disputado más minutos que el galés este curso.
Además, el nivel mostrado por Bale con Gales en la Eurocopa, donde se le ha podido ver como líder, como autoridad y como jugador diferencial muestran el camino de que a pesar de su difícil situación en el Real Madrid, Gareth es todavía un jugador muy aprovechable del que sacar un buen rendimiento.
El reto de Ancelotti
Ahí residirá una de las principales labores de Carlo Ancelotti en su vuelta al banquillo del Real Madrid. En las dos temporadas que el italiano pasó en el club blanco durante su primera etapa, se pudo ver a un Bale muy implicado y decisivo para el equipo. Se podría decir que fue una de sus mejores versiones. El primer año fue estelar, siendo clave en la consecución de títulos como la Copa del Rey de Mestalla contra el Barça o la Champions de Lisboa frente al Atlético de Madrid. Finalizó el curso con 22 goles y 16 asistencias.
La segunda temporada no fue tan prolífica en cuanto a títulos. Aún así, Bale consiguió aparecer a la hora de levantar triunfos como la Supercopa de Europa frente al Sevilla o en el Mundial de Clubes. A partir de ahí, el equipo cayó en su rendimiento, pero Gareth consiguió mantener un gran tono hasta el final del curso firmando 20 goles y 12 asistencias.
Después de esas dos temporadas en las que las lesiones le respetaron algo más, Bale no ha vuelto a conseguir firmar unos números similares. Por ello, ahora Ancelotti espera volver a recuperar una versión de Bale parecida a la de sus inicios teniendo en cuenta que, ni saldrá este verano como todo hace indicar, ni se podrán hacer grandes fichajes debido a la crisis económica. Por ello, lo de Bale es una resurrección clave y necesaria.
El problema del Brexit
Gareth Bale se ha convertido en un asunto delicado para el Real Madrid. Es un jugador que se ha quedado sin mercado en un periodo de fichajes en el que no se pueden hacer locuras. Además, visto su rendimiento, nadie se atreve con una ficha tan alta para un futbolista cuyo nivel puede ser alto, pero que no deja de ser una incógnita.
Por si esto fuera poco, está el problema de sus lesiones, que se unen a sus dudosos resultados sobre el terreno de juego y a su alto coste. Pero este no es el único problema que preocupa al Real Madrid, ya que hay otro que tiene como protagonista al galés, aunque este no sea por su culpa.
Tras la llegada del Brexit, Bale pierde su pasaporte comunitario y empieza a ocupar plaza de extracomunitario esta temporada. Esto provoca que ocupe una de esas plazas tan demandadas y de las cuales solo se disponen tres. En estos momentos, recaen sobre Vinicius, Rodrygo y Militao. Por lo tanto, existe un problema grave.
Sin una salida de Bale, solo quedan caminos alternativos para salvar el golpe. Uno de ellos sería la llegada de una especie de medida de urgencia que permitiese aplazar este nuevo proceso a jugadores cuyo contrato se creara antes de la entrada en vigor del Brexit, una prórroga que en estos momentos parece no llegará. La otra vía que tiene el Real Madrid, la esperada, es que la nacionalización de Vinicius llegue justo a tiempo para eliminar su plaza de extracomunitario y puedan inscribirse así el resto de futbolistas. De lo contrario, existiría un conflicto importante y un nombre al que dar alguna especie de salida. De momento, Bale regresa a la 'Casa Blanca' y el Real Madrid espera la mejor versión posible en lo que será su último año de blanco.
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