El tira y afloja sobre el futuro de Kylian Mbappé continúa. Mientras desde París continúan presionando al futbolista y a su entorno con cifras estratosféricas, el propio PSG sigue adelante con el impacto mediático, poniendo al jugador entre la espada y la pared con la afición y criticando al Real Madrid cada vez que tienen oportunidad.
Del otro lado está el Real Madrid. El club está interesado en él y eso es algo que sabe el delantero. Pero prefieren no entrar en una batalla a través de los medios de comunicación o de un cruce de declaraciones eterno que no llevaría a ningún sitio. En la casa blanca quieren que Mbappé sea jugador merengue a partir del próximo mes de junio, pero tienen una estrategia completamente diferente a la del PSG. Estrategia que, a su vez, también es del gusto del propio Kylian.
Mbappé, por su parte, sabe que tiene la sartén por el mango. Sigue queriendo cumplir su sueño de niñez: jugar en el Real Madrid y hacer historia como lo hicieron sus grandes ídolos. Ser el buque insignia de un proyecto ganador y, además, tiene de su lado a su futuro vestuario con el apoyo desde los más jóvenes, como Vinicius, a los más veteranos, como Benzema.
Jaula de oro
Uno de los detonantes que invitan a pensar en que la balanza se decantará del lado del Real Madrid es esa jaula de oro en la que parece que el PSG quiere mantener al futbolista. Mbappé parecía que tenía un acuerdo con el club parisino para que este le dejase salir cuando llegase una gran oportunidad de futuro para él y que, además, esta fuese de la mano con una importante oferta económica.
Pues bien, a falta de un año para que Kylian acabase su contrato con la entidad parisina, el Real Madrid llegó a poner hasta 180 millones de euros sobre la mesa para conseguir el traspaso. Sin embargo, desde el Parque de los Príncipes la rechazaron al considerar que era insuficiente. Volviendo a poner de relieve en este punto que a Mbappé le restaban entonces diez meses para finalizar su contrato con el PSG.
Esa posición férrea del PSG a impedir la salida de Mbappé, cuando el propio delantero había comunicado ya en julio que quería irse, enfadó al futbolista. Quien, además, tuvo que escuchar cómo desde Leonardo a Al-Khelaifi le ponían en una posición complicada frente a la afición del equipo, diciendo cosas que el propio Kylian salió a desmentir, como los fichajes que dijeron que pedía para ganar la Champions League.
Apuesta blanca
Del otro lado está un Real Madrid que ha optado por no presionar al futbolista. En la casa blanca no quieren poner contra las cuerdas al delantero ante la opinión pública. No quieren echar un pulso. Saben que Mbappé quiere vestir la elástica merengue y que solo cabe esperar a que siga manteniéndose firme a la hora de no renovar con el Paris Saint-Germain.
Si esto sucede, el 1 de enero será libre para negociar su futuro con cualquier club, pasando a que el 1 de julio pueda ser anunciado como nuevo jugador de, en este caso, el Real Madrid. No forzar, sí esperar. Esta es la hora de ruta de la institución de Concha Espina, desde donde se lanza de vez en cuando un guiño a Mbappé para que sepa que nada cambia en el plan de futuro.
Un plan de futuro que pasa por convertir a Kylian Mbappé en el buque insignia del proyecto del Real Madrid. Y eso es lo que quiere, precisamente, el propio delantero. El internacional francés quiere ser el número 1 y cree que en el club blanco puede conseguirlo. Además, su feeling con los actuales integrantes del vestuario madridista no es ningún secreto.
Varios jugadores ya le han abierto las puertas del Real Madrid e incluso guarda una buena relación con Vinicius, con el que compartiría presumible tridente. Por no olvidar a Benzema, su fiel aliado con Francia y con el que demuestra, cada vez más, que mantiene un vínculo muy fuerte tanto dentro como fuera de los terrenos de juego. Ambos ganaron con Les Bleus la UEFA Nations League y ambos aseguran que quieren seguir ganando... ¿será con ambos de blanco madridista?
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