FC Barcelona y Real Madrid, Real Madrid y FC Barcelona. Dos equipos, dos legiones de aficionados y dos historias eternas puestas frente a frente en un templo futbolístico como es el Camp Nou. El partido más esperado del año, el primer enfrentamiento entre los dos clubes más poderosos del planeta que, además, se juegan mucho entre ellos.
El choque de este domingo a las 16:15 puede marcar un antes y un después para dos escuadras que no han comenzado de la mejor manera la temporada. Los dos se juegan mucho, pero el equipo que caiga saldrá tocado para el resto de la temporada porque implicará tener por delante al eterno rival en la clasificación.
Más allá de que se midan dos estilos, lo que se pone en juego en el partido es un bote salvavidas para seguir optando a todos los títulos con la mayor de las convicciones. El Real Madrid llega en mejores condiciones y en mejores sensaciones, por eso no puede dejar escapar vivo a su eterno rival. El Barça, que llega en plena crisis deportiva e institucional, sabe que ganar a los blancos es, no solo adelantarles en Liga, sino dar un golpe encima de la mesa y hacer ver que no están tan mal.
Un Real Madrid superior
Para el Real Madrid, el partido es un momento trascendental del curso. Los de Ancelotti, con la llegada del italiano, comenzaron su temporada de manera casi perfecta. Líderes en La Liga con un solo tropiezo en el Ciutat de Valencia, haciendo un fútbol alegre y ofensivo y regalando a la afición goles y exhibiciones. Entre ellas, una victoria valiosa en Champions frente al Inter de Milán que confirmaba esas buenas sensaciones.
Sin embargo, llegaron varios malos resultados y el globo del madridismo se terminó deshinchando. Las críticas comenzaron a aparecer y 'Carletto' comenzó a variar su once sin resultados positivos. Así llegaron pinchazos contra el Villarreal, Sheriff y Espanyol que dejaron un muy mal sabor de boca antes del parón internacional. No era la mejor forma de encarar unos días de descanso y reflexión. Lo bueno es que había tiempo para resetear mentalmente al equipo y volver a mostrar su mejor cara.
Así fue en el duelo de Champions contra el Shakhtar. Una goleada con el mejor Vinicius, un buen Benzema y un Rodrygo recuperado para la causa que volvían a mostrar la mejor cara del equipo. La situación en Liga de Campeones estaba reconducida y en el campeonato nacional, vencer al Barça supone dispararse en la lucha por el título. Por ello, una derrota o incluso un empate no debería ser opción para los blancos que tienen la obligación de confirmar lo que fue un buen inicio con un pequeño bache.
Ancelotti ha recuperado para la batalla a jugadores como Eden Hazard y Dani Carvajal. Además, Ferland Mendy y Marcelo llegan con algo de rodaje y Benzema ha superado unas molestias en el pie y volverá a liderar el ataque de los blancos ante la endeble defensa culé, que se mide a la mejora delantera de Europa.
Un Barça muy necesitado
Por su parte, Ronald Koeman también ha tenido alguna alegría con su parte de bajas, ya que Jordi Alba finalmente podrá ser de la partida a pesar de que llega con el tobillo tocado. Sin embargo, el neerlandés tiene varias dudas en su once titular debido a todas las lesiones que tiene.
El técnico del Barça confiaba en poder recuperar a Ousmane Dembélé, pero el extremo francés, que se lesionó de gravedad en la Eurocopa, no ha podido llegar a tiempo. Quienes también estarán fuera son Araujo y Pedri, dos jóvenes talentos, uno producto de La Masía y otro la gran sensación del fútbol europeo, que se perderán El Clásico.
Habrá que ver si junto a los Ansu Fati, Memphis, Depay, De Jong y compañía se atreve a poner más mordiente en ataque con algún jugador como el 'Kun' Agüero, que ya tiene algo más de rodaje, o si opta por alguna opción más conservadora como Sergi Roberto en el medio o Dest en la zona de ataque y da entrada a Mingueza en la zaga.
El Barça, a pesar de su mal inicio de curso, se encuentra octavo en la tabla a dos puntos de la Champions y de su rival el domingo. En los últimos cinco partidos del campeonato, los de Koeman solo han podido vencer en dos y su última aparición ante el Dinamo de Kiev en Champions tampoco fue muy esperanzadora, pero una victoria en El Clásico puede cambiarlo todo. Así se presenta un partido que será seguido por más de 650 millones de personas en el mundo, con la sensación de que puede ser un antes y un después entre el que gane y el que pierda.
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