No hace tanto desde que el Barcelona dominara El Clásico. Ni siquiera hace falta remontarse a la época del Barça de Guardiola, ya que entre 2017 y 2019 llegó a encadenar siete partidos sin perder contra el Real Madrid. Pero desde 2020, coincidiendo con esta gran crisis que asola al club azulgrana, las tornas se han cambiado y ahora son los blancos los dueños absolutos del gran partido del fútbol español.
El Real Madrid tomó este domingo un Camp Nou que contó con más de 86.000 espectadores. El primero con público tras la pandemia, pero con idéntico resultado a lo que se venía viendo desde hacía más de año y medio: victoria merengue. Los de Carlo Ancelotti se lo llevaron por 1-2, aunque el resultado no reflejó justamente la superioridad de un Madrid que llevó el peso del partido.
Celebró el equipo blanco en el césped del feudo culé, aunque es una imagen a la que ya nos hemos acostumbrado en los últimos tiempos. Los últimos cuatro Clásicos (dos en el Camp Nou, uno en el Santiago Bernabéu y otro en el Di Stéfano) han acabado en triunfo del Madrid. El resultado más abultado fue un 1-3, el único consuelo que puede tener el Barça, pero la realidad es el equipo azulgrana es incapaz de tocar a su rival.
Más grave es lo que ocurre cada vez que se juega en casa del Barça. A los culés se les hace un mundo enfrentarse al Madrid en el Camp Nou y se viene repitiendo desde 2016, desde hace cinco años. En ese tiempo, el estadio culé ha sido el escenario de El Clásico hasta en nueve ocasiones y solo en una de ellas el Barça ha ganado (5-1, en octubre de 2018). El resto son cuatro victorias del Madrid y cuatro empates.
Que el Madrid ha tomado ventaja respecto a su eterno rival no es algo que solo se refleje en los resultados de sus enfrentamientos. Sin Leo Messi, el Barça está falto de una gran estrella mundial, mientras que el Madrid tiene a Karim Benzema entre los favoritos al próximo Balón de Oro. En la lucha del futuro ocurre algo parecido, con un Vinicius que vuela frente a Ansu Fati y otros jóvenes (Militao, Valverde, Rodrygo...) que se van asentando para construir el Madrid del futuro.
Paliza en los despachos
Todo esto es consecuencia de las grandes diferencias que ha habido en los últimos años en la gestión de un club y del otro. Es un tema del que se ha hablado mucho y en el que los números son la respuesta a todo: en la pandemia, entre los cursos 2019/2020 y 2020/2021, el Barça ha registrado unas pérdidas totales de 578 millones de euros y el Madrid ha conseguido cerrar ambos en positivo con un balance positivo de 1,1 millones. Un abismo de casi 580 'kilos' que ha distanciado a las dos entidades.
El presente es del Madrid y no hay que ser muy atrevido para decir que el futuro, al menos a corto y medio plazo, también. El Clásico le pertenece y tiene en sus manos las herramientas para seguir creciendo y volver a construir un equipo ganador como aquel de las tres Champions League seguidas.
Porque el Madrid tiene potencial para fichar a los mejores, véase el intento por reclutar a Kylian Mbappé el próximo verano, y para el Barça eso es más bien una ficción. Nombres como Erling Haaland (que también interesa a los blancos) están muy lejos de ser una posibilidad en las próximas ventanas de traspasos. La única baza culé es esperar que esta última hornada de canteranos, encabezada por Gavi, tarde poco en dar el salto, pero es poner sobre los hombros de unos chavales la responsabilidad de dar 'caza' a un Madrid que sigue tomando distancia.
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