El Real Madrid ha aumentado su peso en la gestión del deporte mundial durante los últimos meses de crisis. La llegada de la pandemia ha azotado a la mayoría de entidades provocando un notable descenso de los ingresos y generando cuentas en números rojos. Una situación que, a su vez, ha acelerado los procesos de renovación de las competiciones en busca de un mejor negocio.
El club merengue, tanto en el aspecto de sacar músculo financiero como en lo que respecta a liderar los cambios en el formato del fútbol actual, se ha situado como la referencias sin excesivos problemas. El hecho de ser una de las pocas entidades deportivas de Europa que ha escapado de la crisis del coronavirus ha permitido al club tener la credibilidad suficiente como para liderar estos procesos.
Por si fuera poco, este éxito en la gestión ha coincidido con el buen momento deportivo que atraviesa el equipo entrenado por Carlo Ancelotti. El Real Madrid es líder de La Liga con claridad respecto a sus principales competidores como Atlético y FC Barcelona. Y, además, ha logrado pasar como líder de grupo de una Champions League donde se le amenazó con no estar por el conflicto de la Superliga.
La combinación entre gestión positiva y racha deportiva sitúa al Real Madrid en lo más alto de la élite continental. Un liderazgo que el club no quiere desaprovechar y que recupera la mejor versión institucional del conjunto capitalino. El mundo del deporte en general, y del fútbol en particular, afronta un momento clave después de dos años de reducción de ingresos y frente a la llegada de un cambio generacional del consumidor.
Referencia económica
La UEFA situó en más de 7.000 millones de euros la pérdida de ingresos desde el inicio de la pandemia hasta el 2021. La lista de clubes históricos afectados ha ido aumentando y desde el Fútbol Club Barcelona con 500 millones de pérdidas la temporada pasada, hasta un PSG que prevé otras pérdidas de 300 millones de euros para esta campaña, han tenido que hacer frente al varapalo de la Covid-19.
Por el contrario, el Real Madrid ha conseguido escapar de ese foso para situarse como una referencia económica en el fútbol continental. El conjunto presidido por Florentino Pérez cerró el ejercicio 2019/2020, ya afectado por la ausencia de público en los estadios, con un resultado positivo de 330.000 euros mientras el resto de entidades caían en picado. Una dinámica positiva que continuó con los datos del 2020/2021, cuando se confirmaron 874.000 euros de resultado. Más de un millón frente a los números rojos del resto de entidades.
Este resultado, además, ha ido acompañado de la firma de créditos con condiciones que desde el Real Madrid consideran históricas. Sin ir más lejos, el de la ampliación de un préstamo de 225 millones de euros para construir un invernadero subterráneo en el Santiago Bernabéu y que se pagará, con un interés fijo del 1,5% a devolver desde 2024, durante 27 años.
Las decisiones de la directiva, así como el control de salarios con las diferentes reducciones y la eliminación de fichajes estrella para evitar gastos, también han influido. Cabe recordar que el Real Madrid llegó a ingresar más de 100 millones de euros en ventas con jugadores que no contaban para el primer equipo y que hasta este verano, cuando se ha traspasado a Camavinga, no ha habido incorporaciones. Reflejo de esta estrategia es que LaLiga ha permitido aumentar en más de 200 millones de euros el límite de masa salarial hasta dejar al Real Madrid en lo más alto del fútbol español.
La innovación deportiva
La viabilidad económica, a su vez, aporta al club la solvencia suficiente como para afrontar los cambios que se prevén en el fútbol. El más importante en los últimos tiempos, y donde el Real Madrid se mantiene unido a Fútbol Club Barcelona y Juventus de Turín, es el de la Superliga. La nueva competición de clubes europeos sigue con vida pese a las presiones de la UEFA y se decidirá su futuro en el Tribunal de Justicia de la Unión Europea, donde se deberá analizar el monopolio del organismo que dirige el fútbol continental.
El Real Madrid, con Florentino Pérez a la cabeza, presentó la Superliga al mundo y alertó de la necesidad de aplicar cambios. Los tres clubes que se mantienen después de la desbandada protagonizada por equipos ingleses o Atlético de Madrid, entre otros, siguen abiertos a negociar con las diferentes instituciones para conseguir una nueva competición atractiva, que mejore las audiencias y que reciba el visto bueno de una amplia mayoría del sector del fútbol.
La Superliga continúa con vida y, mientras tanto, en España se busca otra solución para solventar los problemas financieros de los clubes. Aquí es donde, también junto al FC Barcelona y sumando al Athletic Club, el Real Madrid está marcando su oposición al acuerdo de LaLiga con el fondo CVC. Un acuerdo sobre el que el CSD se ha pronunciado y que, bajo numerosas dudas legales, cuenta con el frontal rechazo de la Real Federación Española de Fútbol.
Así las cosas, el Real Madrid se ha ganado un papel protagonista tanto en la gestión del nuevo fútbol español como el de las nuevas competiciones deportivas. Una influencia en la innovación deportiva que, en su caso particular, sumará con la construcción de un Santiago Bernabéu que prevé ser el mejor ejemplo de los estadios deportivos del futuro: todo un centro de congregación de aficionados con más opciones de ocio que acompañen al respectivo partido.
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