Carlo Ancelotti pone su sello al Real Madrid: un equipo al son de Vinicius para volver a reinar
El conjunto madridista se encuentra en un estado de forma insultante y ha hecho del vértigo su mejor arma para hacer daño a todos los rivales.
13 diciembre, 2021 08:56Noticias relacionadas
El Real Madrid dio este domingo un nuevo golpe a La Liga en el derbi de la capital de España contra el Atlético de Madrid. Los blancos avanzan imparables y a ritmo de vértigo hacia el título. De hecho, estamos todavía a mediados de diciembre y, o mucho cambia la película, o el campeonato podría estar ya prácticamente decidido.
Cierto es que todavía queda mucho, concretamente más de media temporada porque solo se han jugado 17 jornadas, pero lo que sí parece cada más evidente es que el Real Madrid ha dejado fuera de juego a varios rivales. Por ejemplo al Barça, que aunque tiene un partido menos ya está a 18 puntos de los blancos. Una distancia abismal como hacía muchos años que no se producía. Y si alguien pudiera apostar, lo haría a que continuará creciendo.
Otros equipos como la Real Sociedad, que comenzó como un ciclón y que parecía que este año sí aguantaría el pulso, se han descolgado ya a 13 puntos. Misma distancia que el equipo de Simeone, aunque los rojiblancos tienen un partido pendiente. El Betis, con los mismos partidos, está ya a 9 y solo el Sevilla de momento está en la pelea con 8 puntos de desventaja, pero un partido menos jugado.
Con estas diferencias ha salido el Real Madrid de un derbi en el que demostró todas las virtudes de un equipo que Carlo Ancelotti ha diseñado a su imagen y semejanza. Cuando el técnico italiano fue el elegido por la cúpula madridista para sustituir a Zidane, su nombramiento generó muchas dudas. Pero 'Carletto' tenía un plan. Sí, como Fernando Alonso. Dejó el Everton y lo está poniendo en práctica con un resultado inmejorable.
Ante los rojiblancos, el Real Madrid mostró sus mejores virtudes, esas que Ancelotti les ha inculcado a sus jugadores en solo unos meses. La primera es el trabajo colectivo. No hay un solo jugador que no se sacrifique por el equipo. De la unidad de sus once soldados nace un entramado muy difícil de batir. Y cuando este sufre, aparece un Courtois providencial y salva el tesoro con milagros que ahora mismo no están al alcance de ningún portero más en el mundo.
El Real Madrid es el tercer equipo menos goleado del campeonato solo por detrás de Sevilla y Athletic y es el que mejor diferencia de goles tiene de toda La Liga con un margen abismal sobre el resto. Mientras los de Ancelotti están +24 en 17 partidos, el siguiente en acercarse es el Sevilla con +15. Una auténtica barbaridad.
Con un equipo bien armado, que no sufre ni en bloque bajo ni en bloque medio, que no permite juego por el centro, como bien le hizo ver al Atleti, solo le queda ir arriba para hacer daño. Contra los de Simeone, a los que obligó a jugar persistentemente por bandas sin dar oportunidades entre líneas, lo pusieron en práctica con una fiabilidad de francotirador de las fuerzas de élite.
Cada vez que el Real Madrid salió en estampida, el Atleti sufría. Así llegó el primer gol de Benzema y el segundo de Asensio. Dos zarpazos que llevaron el sello de Ancelotti y la firma de Vinicius, doble asistente y jugador que desequilibró, una vez más, el partido para el Real Madrid. Cuando los blancos corren, no hay quien les pare. Y lo están demostrando una y otra vez. Incluso cuando no hacen un partido brillante como contra el Inter, salen al galope y el mundo tiembla.
Kroos y Modric, a un nivel excelso, quizás el mejor de su carrera aunque parezca increíble, ejercen de lanzadores para las balas que hay en las bandas. Da igual que el balón le caiga a Vinicius, a Rodrygo o Asensio. Siempre funciona. Y para poner la guinda, ya sea creando o definiendo, un Benzema que volvió a dejar otro servicio al madridismo con un gol antes de retirarse al banquillo para seguir recuperándose.
Vinicius marca el ritmo
Ancelotti ha dado con la tecla de este equipo y en buena medida es porque le ha entregado las llaves a Vinicius. En líneas generales, es difícil encontrar jugadores en el mundo que estén en sus puestos en mejor forma que los titulares del Real Madrid. Carvajal ha vuelto por sus fueros. No hay pareja de centrales más en forma que Alaba y Militao. Qué decir de Kroos y Modric, de Asensio que ha renacido o de Benzema que sigue pidiendo su Balón de Oro. Y Courtois, el guardián de todos, echando el cierre.
Casemiro cada vez está ofreciendo una mejor cara y Ferland Mendy no tiene rival por el carril zurdo. Pero todos ellos juegan al son de 'Vini'. Es él quien dicta cómo hay que jugar. Sin un jugador que marque las diferencias en el uno contra uno, este Madrid, y cualquier equipo en el mundo, sería otro. Él hace que siempre juegues con uno más porque o elimina defensas o se lleva a varios consigo. Eso genera espacios y crea un desequilibrio que no hay entrenador que pueda remediarlo.
'Carletto' ha creado el Real Madrid de Vinicius en solo unos meses y muchos ya sueñan con algo grande esta temporada. La Liga, con esa diferencia, parece bastante encaminada. Pero la ambición vuelve a estar en la Champions donde reinar ante los ingleses o ante fortunas como el PSG está más complicado que nunca, pero con este Madrid, se puede pensar en ello.
Un cambio radical
El 25 de septiembre, el Real Madrid empató en casa contra el Villarreal en un partido tosco y sin goles. Días después perdería de manera sorprendente ante el Sheriff y más tarde contra el Espanyol. Una crisis de resultados que después dejaría otro empate contra Osasuna. Fue un momento de inflexión para un equipo que desde entonces ha despegado y no parece dispuesto a bajarse de la nube.
Ancelotti ha conseguido crear un conjunto que parece invencible y que ya acumula 10 partidos seguidos ganando y 13 sin conocer la derrota. Además, las últimas cuatro victorias han llegado sin encajar un solo gol. El Real Madrid avanza casi por inercia, algo que persiguen todos los entrenadores porque demuestra que los jugadores han adquirido los automatismos necesarios para llegar al gol, a las ocasiones y a los triunfos. Cada partido no es una guerra a ver qué sale y a ver quién resuelve. Hay un plan y se sigue una y otra vez hasta que se gana. Es la base de los equipos campeones.
El Real Madrid afrontaba estas semanas un temido Tourmalet que arrancó en el duelo contra el Sevilla. Desde entonces, todos y cada uno de sus rivales han ido cayendo. Athletic, Real Sociedad, Inter o Atleti. Como un juego de niños. Como una llegada al sprint contra juveniles. El Madrid se jugaba media temporada y ha resuelto la papeleta de manera sublime. El sello de Ancelotti ya se nota y la pandilla de 'Vini' ya marca el paso.
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