El Paris Saint-Germain ha sorprendido con su derrota días después de haber ganado al Real Madrid. El Nantes pasó por encima de los de Pochettino y se llevó los tres puntos contra todo pronóstico gracias a un 3-1. Sin embargo, gran parte de este resultado fue culpa del colegiado, según han indicado desde el club francés. Con Leonardo a la cabeza, la entidad gala ha iniciado la campaña de presión contra los árbitros.
El director deportivo del PSG aseguró en medios como L'Équipe que, aunque el culpable no era el colegiado, sí que había influido con claridad en el juego. "No sacó la segunda tarjeta amarilla cuando se pitó el penalti, una segunda amarilla es roja, eso es obvio. Después hay muchas faltas sobre nuestros jugadores. Pero él dice que no, que no, 'que es Neymar, que es Mbappé, que no pito'. 'Es Messi, no silbo, es el Paris Saint-Germain, no silbo'".
"Con el árbitro, hoy hemos tenido la impresión de que era ''pum pum pum, te voy a disparar''. El brasileño dejó entrever un ambiente extraño donde "se crea algo donde todo está en contra" del PSG. "Todo lo de hoy ha sido en contra nuestra y me refiero a los hechos arbitrales que son claros", subrayó el dirigente del PSG.
Las duras críticas contra los colegiados pueden suponer el inicio de una campaña de cara a la vuelta de Champions League contra el Real Madrid. Y es que en la ida ya intentaron influir en las decisiones de los colegiados mediante una presión que ni la UEFA castigó con posterioridad pese a conocer los hechos.
Leonardo y Al-Khelaifi, ambos presentes en el palco del Parque de los Príncipes ante el Real Madrid, bajaron a los vestuarios para que Daniele Orsato cambiara su estilo de arbitraje en la segunda mitad de partido. Los dos máximos representantes del PSG se atrevieron a utilizar el tiempo de descanso para presionar al colegiado. Una polémica que, sin embargo, no ha supuesto ningún tipo de advertencia por parte de la UEFA.
Una vuelta muy tensa
El Santiago Bernabéu vivirá una de las noches europeas más tensas de su historia reciente. Ancelotti, de hecho, ya ha pedido que los 11 jugadores en el campo estén acompañados de 50.000 espectadores en la grada que hagan posible la remontada ante el PSG. El duelo será el 9 de marzo, pero hasta entonces se seguirán sucediendo los hechos que puedan influir en ese encuentro.
La presencia de Mbappé en el estadio merengue será uno de los grandes morbos, pero también la vuelta de Leo Messi tras su marcha del Barcelona o la posible convocatoria de Sergio Ramos meses después de abandonar el Real Madrid. Incluso Keylor Navas o Ángel di María se reencontrarán con el público que un día fue suyo. A todo ello, como todo hace indicar, se sumará la presión al colegiado.
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