El Real Madrid se la juega el próximo miércoles ante el Paris Saint-Germain. El equipo merengue debe remontar si quiere pasar a cuartos de final de la Champions League. Pero, además de un importante billete a la siguiente ronda de la competición continental, los de Carlo Ancelotti se juegan mucho más. El italiano quiere despejar dudas, deberá hacer rotaciones por obligación y el equipo espera reafirmarse pensando en el futuro.
El técnico italiano ya dejó claro en la ida la relevancia de la cita. "Jugamos 11 y 50.000", destacó nada más perder en el Parque de los Príncipes. Quería un ambiente de noche de Champions. Pese a las obras, el club merengue tendrá una de esas citas para la historia. Y eso, a su vez, aumenta la presión y el examen para los propios jugadores del Real Madrid y para el mismo entrenador.
Ancelotti está siendo cuestionado en las últimas semanas por la imagen del equipo. Poco juego, dificultad en los goles y, sobre todo, escasos cambios en el once inicial. La afición pide más rotaciones por la amplitud de la plantilla y el italiano continúa confiando en su alineación tipo. Pero ante el PSG no habrá opción: deberá cambiar como consecuencia de las bajas.
El Real Madrid no tendrá ni a Casemiro ni a Mendy en su alineación. Dos jugadores básicos en la dinámica del equipo merengue que se caerán del once más importante en mucho tiempo. Ambos fueron sancionados en la ida y deberán cumplir ciclo ante el PSG. La duda está en a quién meterá Ancelotti: Nacho, Marcelo, Fede Valverde o Camavinga. El italiano puede sorprender o seguir el guion establecido sabiendo que es el Real Madrid el que debe buscar esa remontada.
Por si fuera poco, en las últimas horas se ha confirmado una dolencia física de Toni Kroos que ha convertido al alemán en otra de las grandes dudas para el partido. El germano es fijo en el once de Ancelotti y una de sus brújulas en el terreno de juego. Su baja, sumada a la de Casemiro, obligará al italiano a revolucionar un centro del campo no acostumbrado a demasiados cambios.
La clave Mbappé
El conjunto madrileño tendrá examen en dichos apartados. Por un lado Ancelotti y su táctica. Por otro, Ancelotti y sus rotaciones. Sin embargo, el duelo irá más allá. En juego está unos cuartos de final de la Champions League y acabar con el debate de qué tiene que hacer Kylian Mbappé con su futuro en el PSG.
El club francés situó el duelo como una final para resolver el contrato del delantero. Si eliminaban al Real Madrid, tendría razones de peso para renovar. Si pierde, el desenlace podría acelerarse. El atacante tiene claro que quiere vestir de blanco y el club le esperará consciente de esa sintonía. El Santiago Bernabéu, su reacción a la estrella del PSG y el resultado de la noche europea pondrán el morbo a un encuentro ya de por sí tenso.
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