En el ambiente queda una derrota, pero para el futuro queda una generación. El Juvenil A del Real Madrid quedó eliminado de los octavos la UEFA Youth League después de caer en el Alfredo Di Stéfano. Aún así, quedó claro que hay varios jugadores con una gran pinta. Muchos de ellos darán el salto al filial blanco al final de la temporada, aunque algunos ya jueguen habitualmente en él. Pero otros todavía tienen tiempo para ganar esta competición. La Fábrica es inagotable.
Alguien que dejó su sello este miércoles fue Alejandro Jiménez. A sus 16 años asombra por sus características. Un físico prodigioso le permite correr toda la banda derecha para atacar y defender. Su técnica con el balón está muy bien valorada sobre todo a la hora de golpearlo. Ya sea en forma de centro o de pase, este joven lateral derecho es una máquina de crear ocasiones para sus compañeros. Es un adelantado a su generación y tiene dos Youth League todavía por disputar.
También dejaron detalles de su calidad tanto Óscar Aranda como Peter Federico. Sus habilidades ofensivas son más que llamativas. Recuerdan a esos extremos que bien podrían ser trascendentales en el área, pero cuya ambición le lleva a desplazarse hacia la banda y destruir a sus rivales desde el regate y la potencia que le caracterizan. Son dos proyectos más que interesantes y asentados en el Castilla de Raúl a sus 18 años.
El que sí vio portería fue Marvel. Marvelous Antolín Garzón dio esperanza al equipo en los últimos minutos al hacer el segundo tanto. En La Fábrica le califican como un central atípico. Es zurdo y cuesta encontrar en esta posición jugadores que brillen con esta pierna. Más impone aún su físico, dotado para ser fuerte en los choques, en el juego aéreo y también en carrera. Pero es que también destaca por su capacidad para manejar el juego y hacer cambios de orientación.
La delantera explosiva
Álvaro Rodríguez fue el elegido para encabezar el ataque el miércoles, aunque no tuvo demasiada suerte. 1,92 metros de altura, con capacidad para regatear y con facilidad para oler el gol. Esas características resultan más que atractivas para cualquier ojeador y eso sucedió en la cantera del Real Madrid cuando en 2020 se lanzaron a por él. Esta ni tan siquiera es su generación de Youth League, por lo que aún tiene un largo recorrido por recorrer.
Aunque durante el encuentro se vieron a otros dos delanteros con muy buenas condiciones. Israel Salazar en su día rechazó grandes ofertas y consiguió ser una referencia dentro del club por sus actuaciones y conductas. Este año llegó Luis Carbonell con la vitola de ser considerado uno de los delanteros con mejor proyección del país. Los blancos se lo pueden quedar en propiedad a cambio de 1,5 millones de euros, ya que está cedido por el Zaragoza.
Los dos grandes talentos
Aún así hay dos jugadores que todavía generan más ilusión. No tuvo su mejor día este miércoles, pero el club tiene grandes esperanzas puestas en Bruno Iglesias. Controla ambas piernas, le acompaña la calidad y le mueve la predisposición para encarar. Este verano ampliaba su vinculación contractual con la entidad hasta 2025. En este contrato el club ha incluido una cláusula de 50 millones de euros que señala la importancia del futbolista.
Ayer no estuvo Julen Jon Guerrero por unos problemas musculares. El hijo del legendario jugador del Athletic brilla en el Juvenil B y ya va dejando su sello en el A, siendo también uno de los activos importantes en el equipo de la UEFA Youth League. Lo mismo sucede con Nakai. Recién renovado, es un centrocampista con las condiciones de ser un jugador de primer nivel. En 2022 el Real Madrid seguirá viendo la progresión de estas promesas que este miércoles no tuvieron suerte.
[Más información: Otra carta de presentación de Bruno Iglesias en el Real Madrid: exhibición en la Copa del Rey juvenil]