Hace más de diez años se escribió el primer capítulo de una historia de amor cuyo final feliz ha llegado este mes de junio. Es la de Kylian Mbappé (París, 1998) y el Real Madrid, unidos desde este lunes hasta 2029. Cuando el francés se enfunde esta próxima temporada la camiseta blanca no será la primera vez que lleve ese escudo.
El pequeño Kylian siempre fue del Real Madrid. Cuando solo era un niño, en su habitación de su casa en Bondy lucían más de una decena de pósteres de sus ídolos Cristiano Ronaldo. En todas aquellas imágenes el futbolista luso lucía de blanco y entre esas cuatro paredes era un joven Mbappé el que soñaba con verse así algún día. Ya por aquel entonces destacaba dando patadas al balón.
Los caminos de Mbappé y el Real Madrid estaban destinados a cruzarse y la primera vez que lo hicieron fue muy pronto. En 2011 entró en el centro de alto rendimiento del INF (Instituto Nacional de Fútbol) de Clairefontaine, la base de operaciones de la FFF (Federacióna Francesa de Fútbol), y sus compañeros allí no olvidan la pasión de Kylian hacia el club blanco: "Amaba al Real Madrid", recordaba uno de aquellos niños, ahora adultos, en una entrevista en France Football hace un par de años.
Su talento llamó la atención de los grandes clubes de Europa que querían reclutarlo para sus canteras. Aquello provocó que durante 2012 y 2013 visitara las instalaciones de varios equipos (como el Chelsea) y se probara con los niños de su edad. Pero una experiencia fue más especial que la del resto, quizás porque el 'maestro de ceremonias' no podía ser mejor: Zinedine Zidane le organizó un plan mágico para enseñarle los entresijos del club con más Copas de Europa del mundo. Era más que una prueba.
A finales de 2012 se produjo la cita en Madrid. El clan Mbappé al completo -Kylian, su padre Wilfried, su madre Fayza y su tío Pierre- viajaron desde París hasta la capital española. Era semana de vacaciones y, además, el pequeño Mbappé iba a hacer sus 14 años en las siguientes fechas (20 de diciembre). Lo que iba a vivir el que ahora es el mejor futbolista del mundo iba a ser un cuento de hadas.
Primero un chófer recibió en el aeropuerto y llevó a la familia dirección al hotel. La siguiente parada era el Santiago Bernabéu, donde la noche del 16 de diciembre de 2012 se jugó un Real Madrid - Espanyol de La Liga (2-2). Mbappé pisó por primera vez el coliseo blanco y vio en directo a sus referentes, incluido a un Cristiano que marcó en aquel partido. Pero lo mejor para Kylian estaba por llegar.
El rol de Zidane
Tocaba visitar Valdebebas, pero no se desplazaría a la ciudad deportiva de cualquier manera. Zidane, uno de los grandes genios del fútbol francés, se ofreció para llevarle en su coche y no le iba a perder ojo durante el resto del dia. Ya retirado, en aquel entonces Zizou era asesor de Florentino Pérez y también llevaba a cabo funciones de scouting, detectando talentos como pocos: Varane, Hazard... Con Mbappé quedó impresionado desde que era un crío.
En ese momento se produjo una anécdota que Kylian no ha olvidado, como contó en una carta abierta en The Players Tribune: "Zidane llegó al parking en su coche, y era un buen coche, claro. Le dije hola, y él se ofreció a llevarme al campo para el entrenamiento. Y me señaló el sitio del copiloto: 'Vamos, entra'". Yo me quedé helado y le pregunté: '¿tengo que quitarme los zapatos?' ¡Jajajajaja! No sé por qué le dije eso, ¡pero era el coche de Zizou! El también pensó que era muy gracioso y me dijo: 'claro que no, vamos, entra'. Me llevó al campo de entrenamiento y yo sólo pensaba que estaba en el coche de Zidane. Soy Kylian de Bondy. Esto no es real. Debo estar durmiendo en el avión".
En Valdebebas pudo hacer un entrenamiento e, incluso, jugar un partidillo. Su madre Fayza reveló con el tiempo que no había mucho que demostrar: "No fuimos a Madrid para conocer más el potencial de nuestro hijo, sino para hacerlo feliz". Zidane también lo conocía y así se lo hizo saber al club. Los que sí quedaron impresionados fueron los técnicos y algunos de los jugadores con los que compartió un rato en el césped.
El recuerdo sobre Kylian
Nacido en el 98, a Mbappé le tocó ponerse con los de su edad, que correspondían al Cadete B del Real Madrid que dirigía entonces un ex del primer equipo, Rubén de la Red. En aquella plantilla había futbolistas a día de hoy reconocidos como Óscar Rodríguez, Dani Gómez, Luca Zidane o Achraf Hakimi, con quien hoy comparte una estrecha amistad y vestuario en el PSG.
Mbappé asombró por su velocidad y su capacidad goleadora. El que le recuerda lo hace por su escasa altura y su fina figura, que con el tiempo ha mutado en una bestia física. En su fútbol era muy parecido a lo que es hoy en día, pero acorde a sus condiciones y lógica inexperiencia.
Me acordaba de un chico y cuando lo piensas te das cuenta de que era Mbappé porque era igual que ahora
La percepción para los que entonces eran chavales fue muy distinta. Alguno con los que ha hablado EL ESPAÑOL se enteraba en el momento de la charla que coincidió con Mbappé y otros lo han hecho también con el paso del tiempo: "Me enteré como hace dos años, que me lo dijo Luca. Me acordaba de un chico y cuando lo piensas te das cuenta de que era Mbappé porque era igual que ahora", confiesa Manu Hernando, actual futbolista del Tondela portugués.
En Valdebebas estaban acostumbrados a recibir chicos que venían de fuera a entrenar y a probarse, por lo que para muchos Kylian -como así se le presentó a todos allí- "era como uno más". Los que se acuerdan vieron en el partidillo contra el Cadete A a un talento fuera de lo común: "Ya vimos que era muy bueno, lo comentamos algunos a los días de que se fuera. Fue una pena que no se quedara", dice a este diario otro de los chicos del equipo que ya lleva años alejado del fútbol.
Kylian dijo 'no' al Real Madrid. El club blanco la había ofrecido un contrato a Mbappé y a su familia, pero entre todos decidieron que no era el momento. "Mis padres querían que comenzara mi carrera en Francia, que tuviera una educación francesa.... para el fútbol, también para continuar mi educación. Ir a España, aunque fuera con Zidane, era otro país, otra cultura", ha llegado a reflexionar el delantero con el tiempo.
"Tú puedes llegar al Real Madrid y quedarte atrás del batallón, ser el último. Entonces todo el mundo te olvida", recordaba su tío en una entrevista en L’Équipe. Ayudó la buena situación económica de la familia. La elección, meses después, fue el Mónaco y el resto es historia.
Todos se volvieron en avión a París, pero el chico se llevó algo más consigo: una foto con Cristiano Ronaldo. La imagen, ya icónica, muestra a un radiante y juvenil Mbappé vestido con la chaqueta del Real Madrid y agarrado a su ídolo. En el viaje de vuelta le preguntó a su padre qué le habían dicho los dirigentes del club. Fuera lo que fuera, el nombre del pequeño Kylian quedó grabado en Valdebebas por la siguiente década. Más de diez años después se pudo escribir el "y comieron perdices".