Chelsea y Real Madrid reeditarán en los cuartos de la Champions League su cruce en las semifinales de la edición de la temporada pasada. Entonces los blues avanzaron a una final que luego ganaron, mientras que la eliminatoria se jugó a puerta cerrada por la pandemia. No es el coronavirus sino la guerra en Ucrania lo que marcará este duelo menos de un año después.
Sabidas las graves consecuencias que el Chelsea está teniendo por la invasión rusa por un motivo, su dueño Roman Abramovich, cabe preguntarse cómo afectará esta situación a los cuartos contra el Real Madrid. Todo queda a expensas de que antes de arrancar la eliminatoria no se resuelva la venta del club, algo difícil de imaginar por la cercanía de los partidos (6 y 12 de abril) y el hecho clave de que el Reino Unido lo tiene congelado.
El pasado 10 de marzo, el Gobierno británico anunció que Abramovich se sumaba a la lista de oligarcas rusos castigados por sus vínculos con Vladimir Putin. Eso conllevó al empresario a ver cómo sus activos en territorio inglés quedaban congelados, incluido el Chelsea. Para el club londinense significó el freno absoluto a su proceso de venta que había iniciado el propio Abramovich la semana de antes a sabiendas de que podría ser castigado, pero no le dio tiempo a cerrar la operación.
Mientras ricos de Estados Unidos, Turquía y Arabia Saudí se pelean por la futura compra del Chelsea, al club y al primer equipo les está cayendo un chaparrón en lo económico entre las sanciones y las medidas de patrocinadores. Los de Thomas Tuchel, que han ganado todos sus partidos disputados en marzo hasta la fecha, no se resienten por ahora, pero pueden verse perjudicados para el cruce de Champions.
Las limitaciones del Chelsea
El Chelsea, mientras Abramovich siga el dueño y este esté en la lista negra de Reino Unido y la UE, no puede generar ingresos por merchandising, traspasos y cesiones y renovaciones de futbolistas. Además solo puede gastar 25.000 euros por viaje, lo cual le afectará en su traslado a Madrid para la vuelta. Pero la cuestión principal está en la ida, para la que el club no puede vender entradas.
Desde el momento del castigo a Abramovich, el Chelsea tuvo que paralizar su venta de entradas. No habrá, a priori, taquilla para la visita del Real Madrid. Que en la Premier League siga habiendo aficionados en Stamford Bridge se debe a que los abonados siguen teniendo derecho a acudir al estadio tras pagar su cuota a comienzos de temporada. Se calcula que el club tiene entre 28.000 y 30.000 abonados para las 44.000 localidades que tiene el recinto como aforo.
Los abonos, sin embargo, solo tienen vigencia para los partidos de liga (19). No están incluidos los de la Champions, para los que los socios tienen que pagar cerca de 30 euros por partido. En la situación actual, los aficionados tampoco puede hacer tal movimiento por lo que en este punto se jugará la ida contra el Real Madrid a puerta cerrada.
El Chelsea busca una solución porque jugar sin su gente, con la vuelta en el Bernabéu, sería una clara desventaja para el equipo en la eliminatoria. La UEFA no se hará cargo de la venta de entradas, que fue lo primero que se valoró tras el sorteo. Habrá que ver la viabilidad de otras propuestas como que las entradas sean gratis ese día.
Todos los partidos son para los espectadores, especialmente este, y espero que se encuentre una solución
Tuchel reaccionó al poco tiempo del sorteo y pidió que haya público el día del Madrid: "Espero que se encuentre una solución. No sé cuántas posibilidades hay, todos los partidos son para los espectadores, especialmente este, y espero que se pueda hacer". Y añadió: "Confío en el consejo, que está dialogando con UEFA y con el Gobierno para encontrar una exención". Quedan tres semanas para encontrar una solución.
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