La polémica llegó al Celta - Real Madrid en el minuto 17 de partido. Los merengues ejecutaron un saque de esquina, pero el rebote acabó en los pies de Eder Militao dentro del área. El central iba a centrar cuando apareció Nolito por detrás, se cruzó y trabó la pierna con la que iba a hacer el golpeo. Pablo González Fuertes no dudó y señaló el punto de penalti. Karim Benzema anotaba desde los 11 metros el primer gol del encuentro.
Los blancos se adelantaban en el marcador antes de que llegase el partido a los 20 minutos en una acción muy protestada por los gallegos. Nolito explicaba que, a pesar de existir el contacto, la intención estaba muy lejos de ser la de evitar que conectara Militao con el balón. También aludía que la fuerza del enganchón no era suficiente para tirar al central. En el Real Madrid no había dudas, Eder le había explicado a sus compañeros lo que había sucedido y todos estaban de acuerdo.
En el VAR estaba Guillermo Cuadra Fernández, que no recomendó en ningún momento a González Fuertes que acudiera a revisar la acción. El penalti era claro porque el jugador del Celta zancadillea al del Real Madrid a pesar de ser una acción con disimulo. La acción, eso sí, no le costó ni la tarjeta amarilla a Nolito. No lo es porque no actúa con violencia. Aún así, no se puede discutir esta polémica. Los de Davide Ancelotti, ya que Carlo no está esta tarde en Balaídos, se adelantaron en el marcador con una acción justificada.
En cualquier caso, no sería la única polémica del partido. González Fuertes anuló el empate de Thiago Galhardo para los locales por interpretar que Iago Aspas, en posición de fuera de juego, intervenía en una jugada en la que no contactó con el balón. Pese a que el árbitro dio el gol válido en un principio, la llamada del VAR hizo que reconsiderase su decisión.
Thiago Galhardo remató un centro lateral imponiéndose a Alaba y Militao y festejaba con normalidad el tanto que suponía el 1-1 hasta que González Fuertes recibió la llamada desde el VAR del balear Cuadra Fernández para revisar la jugada por fuera de juego de Iago Aspas, que pese a no tocar el balón, intervino de forma directa para que Alaba no despejase sobre la línea de gol a ojos del árbitro de campo y del VAR.
La jugada, una de las más difíciles de lo que va de temporada, se saldó con el gol anulado al Celta y con amarilla a Thiago Galhardo, que se quitó la camiseta en el festejo antes de ver como su diana era invalidada. Gonzalez Fuertes interpretó que Aspas fue decisivo pese a no contactar con el esférico, algo que el capitán celeste protestó de manera intensa.