"El Chelsea y el Real Madrid nunca se habían enfrentado en la Copa de Europa hasta la temporada pasada". Esa era una frase de las que utilizaba Florentino Pérez a finales de 2021 para justificar la necesidad de reformar el fútbol europeo. El destino quiso que solo unos meses más tarde ambos equipos volvieran a quedar emparejados en una eliminatoria de la Champions League.
Difícil justificar que dos históricos de la Copa de Europa (el Chelsea en la era Champions, al menos) nunca se hubieran enfrentado en la competición y que se haya tenido que esperar hasta 2022 para que los blues visiten el Santiago Bernabéu. Será su primera vez en el coliseo madridista, aunque quizás el contexto no sea el más favorable para ellos por el 1-3 de la ida.
Hay que recordar que el escenario de la temporada pasada fue el Alfredo di Stéfano. La ida se jugó en Madrid, resultando en empate a uno, mientras que la vuelta acabó en victoria para los locales en Stamford Bridge. Un año después el argumento es bien distinto, con el vigente campeón contra las cuerdas en su primera visita al feudo del rey de Europa.
No hay otro club tan grande e histórico como el Chelsea que hasta este martes nunca haya pisado el césped del Bernabéu. El Manchester City, un club joven en grandeza por la irrupción de los petrodólares, fue el último en hacerlo en 2012 (3-2 para el Madrid). Más sorprendente es que el Liverpool no hubiera visitado la casa merengue en partido oficial antes de 2009, debutando además con victoria (0-1).
La historia dice que ningún equipo europeo y no español ha debutado en el Santiago Bernabéu con un resultado que le valiera al Chelsea para pasar a las semifinales de Champions. Mal asunto para el equipo del barrio del centro de Londres, que hasta la exhibición de Karim Benzema de la pasada semana no había perdido un solo partido contra el Real Madrid. Su invicto es ya cosa del pasado.
Thomas Tuchel ha sido realista desde el día del partido de la ida: "La eliminatoria no está viva", admitía. Este lunes, en rueda de prensa, daba los argumentos: "No tenemos las mejores opciones, dado el resultado de la ida, dada la competición y dado el oponente y su estadio".
Muy pocos precedentes
Ganar al Real Madrid en Champions League y en el Bernabéu es muy complicado. Remontar un 1-3 es casi imposible. Solo dos resultados en toda la historia de la competición en el feudo madridista y a favor del equipo visitante le valdrían al Chelsea para remontar. Ambos se dieron en la temporada 2018/2019: 0-3 contra el CSKA Moscú, en fase de grupos, y 1-4 contra el Ajax, la única vez que le dieron la vuelta así al Madrid una eliminatoria. No busquen más allá de eso porque no habrá nada.
Tampoco es que la competición, como bien dice Tuchel, y especialmente la ronda de cuartos de final den muchas ilusiones para soñar al Chelsea. Por las razones que sea, pocas remontadas se dan en esta fase. Algunas de las recientes son las de la Roma al Barcelona (2017/2018), la del Depor al Milan (2003/2004) o la del Real Madrid al Wolfsburgo (2015/2016). También el conjunto blanco sufrió una ante el Mónaco (2003/2004).
Dos casos esporádicos
Pero todas ellas tienen algo en común y es que el equipo que remontó y pasó lo hizo jugando la vuelta en casa. El Chelsea no tendrá el empuje de su gente, más allá de los casi 2.000 aficionados blues con entrada, y lo tendrá realmente complicado.
Solo se han producido dos remontadas en los cuartos de final de la Champions League cuando un equipo ha perdido en el partido de ida y jugado la vuelta como visitante: el Ajax de Johan Cruyff contra el Benfica de Eusebio (1968/1969) y el Nottingham Forest contra el Dinamo de Berlín (1979/1980). Casos esporádicos a los que el Real Madrid no querrá unirse...