La polémica hizo acto de presencia en el duelo liguero entre el Sevilla y el Real Madrid. Diego Carlos tocó el esférico con la mano dentro del área cuando el encuentro todavía iba 0-0 en el Sánchez Pizjuán. Los jugadores del equipo merengue reclamaron a Cuadra Fernández que revisara la jugada, pero el colegiado decidió continuar con el juego sin ningún tipo de duda.
La acción llegó casi de casualidad por un fallo de comunicación entre Diego Carlos y Bono. Corría el minuto 18 y un centro del Real Madrid completamente muerto llegó a las manos del portero sevillista. Bono saltó con toda la intención de capturar el balón, pero chocó en el área con su compañero Diego Carlos. El defensa se quedó enganchado con Bono y tocó el balón con la mano.
Diego Carlos llega no solo ve cómo el esférico se estrella en el brazo, sino que poco después golpea con la mano. Una acción con 0-0 que los jugadores del Real Madrid reclamaron como penalti, pero que no obligó a parar el encuentro para analizar la jugada. De hecho, jugadores como Vinicius Jr. insistieron a Cuadra Fernández que revisara el momento de la polémica para salir de dudas.
El Sevilla continuó atacando y poco después se adelantó en el marcador con un gol de Rakitic. La mano de Diego Carlos, por lo tanto, marcó un antes y un después en la primera mitad. De haberse señalado como penalti, el Real Madrid habría tenido la oportunidad de adelantarse en el Sánchez Pizjuán evitando el resultado que se acabó dando en los primeros 45 minutos de juego.
El cuadro de Julen Lopetegui, poco después de esa jugada, acabó pasando por encima del Real Madrid. Ivan Rakitic abrió el marcador en una acción que tuvo lugar en el minuto 21, solo tres después de ese penalti no señalado. El croata aprovechó un hueco en la barrera tras un fallo de Militao y puso el 1-0 en el luminoso.
El equipo local se creció y el Sánchez Pizjuán comenzó a apretar. Así las cosas, y con el Real Madrid descolocado en el terreno de juego, Lamela puso el 2-0 sacando rédito del buen momento del conjunto sevillista. Tecatito se coló en el área y Lamela remató a puerta vacía para dejar tocado y casi hundido al Real Madrid.
Los de Ancelotti no terminaron de crear peligro en toda la primera mitad. Karim Benzema fue el único que intentó pisar área con peligro. Un disparo suyo al principio del partido que blocó la defensa, y un posterior remate de volea desde la frontal, fueron las mejores oportunidades del Real Madrid en el estadio sevillista.
Un escenario muy negativo que podría haber cambiado con ese penalti por mano del minuto 18. El hecho de no señalar nada ni de revisarlo mantiene viva la polémica de cuándo se debe indicar una infracción de estas características. Sin ir más lejos, en el duelo previo del Atlético de Madrid ante el Espanyol se expulsó a Kondogbia por una mano igualmente polémica.
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