El Real Madrid llega al tramo clave de la temporada en plena forma y con opción de llevarse un triplete. La Supercopa de España alzada en Arabia Saudí está muy cerca de verse acompañada de La Liga y, si continúa el buen rendimiento, puede que la Champions League. Pese al optimismo que hay en las filas merengues, Carlo Ancelotti no quiere despistes que puedan dejar el final de la campaña con un mal sabor de boca.
El próximo fin de semana, tras la derrota del FC Barcelona ante el Rayo Vallecano, el Real Madrid aspira a proclamarse campeón de La Liga. El equipo merengue solo tiene que puntuar para alzarse con el galardón. Sin embargo, aunque los nervios y la mente pueda estar puesta en esa celebración, la realidad del calendario indica que de por medio hay una Champions League en juego.
El conjunto de Carlo Ancelotti disputa este martes la ida de semifinales de la competición europea. Y nada más y nada menos que ante un Manchester City que sigue buscando la gloria continental por primera vez en su historia. Todo un reto para Pep Guardiola, pero también para un Real Madrid que debe gestionar muy bien el control psicológico de tal situación. Ancenlotti lo sabe y si en algo destaca su carrera es en la gestión emocional.
El técnico ya lo dejó claro la semana pasada. Adaptando la filosofía del 'partido a partido' de Simeone, el entrenador italiano reconoció que no debían mirar a largo plazo. Una estrategia acertada que, como se está comprobando, está obteniendo muy buenos resultados. Antes del posible título liguero está en juego la ida de Champions, competición más deseada por el club de la capital.
"Otro paso más y a pensar en el City", celebró Ancelotti cuando se consiguieron los tres puntos en El Sadar ante Osasuna. A pesar de que sabía que el Barça podía caer en la jornada del fin de semana, evitó cábalas y puso toda la atención en el duelo de la competición europea.
El plan está claro: de prácticamente nada servirá La Liga si no se da la cara en la Champions League. Y dar la cara significa, como mínimo, llegar a la final. La competición europea es la más deseada por el Real Madrid. Y más a la vista de las buenas eliminatorias que viene realizando el equipo con remontadas para la historia. Ambas competiciones se han compaginado a la perfección y Ancelotti no quiere ningún despiste pensando en el Espanyol.
El calendario
La ida de las semifinales se disputará este martes 26 de abril. El sábado será el turno de proclamarse campeón, al menos si se consigue puntuar, ante el Espanyol. Pero tan solo unos días después, el Real Madrid deberá disputar la vuelta de Champions League. De nuevo la gestión emocional será determinante para el equipo merengue, que deberá controlar la alegría y las celebraciones por el posible título doméstico si quiere cumplir con las expectativas en Europa.
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