No existe un equipo en el mundo en el que tras salir de un partido de ida de una eliminatoria con un 4-3 en tu contra, más aún, ahora que no cuenta el valor doble de los goles, se marchara reforzado a jugar la vuelta en su estadio. Todo eso sucede si no te llamas Real Madrid. El equipo de fútbol merengue busca la remontada en el Santiago Bernabéu ante el Manchester City por un puesto en la final de la Champions League. Y si están tan seguros de ello es por el espíritu de las noches mágicas en Europa.

La historia de este club se ha escrito principalmente en la máxima competición continental, convirtiéndose en el rey con sus 13 títulos. En busca de La Decimocuarta, ya se encargó de demostrar el peso que supone jugar la vuelta de unos cuartos de final en Chamartín. Esta leyenda comenzó, entre otras hazañas, con la mítica frase de Juanito: "90 minuti en el Bernabéu son molto longo". Además, para este miércoles también cuentan con la motivación que les ha dado la consecución del título de La Liga.

Subidos en una ola de optimismo y con el factor de las grandes noches europeas, el Real Madrid quiere hacer caer al tercer club-estado de la competición. Tras el Paris Saint-Germain (Qatar) y el Chelsea FC (Rusia), el City (Abu Dhabi) es la última piedra en el camino para llegar a París. Entidades que han invertido por encima de los 1.000 millones de euros han sucumbido ante el rey de Europa. El Santiago Bernabéu sueña con vivir otro encuentro para el recuerdo.

La primera vez

Cómo no va a pensar el madridismo que es posible remontar un 4-3 si ha remontado un 4-1. Una de las primeras noches épicas que se recuerdan en la afición del Real Madrid se traslada hasta 1975. El Derby County había infringido la mayor herida a los blancos con una diferencia de cuatro goles, cuando el equipo inglés nunca había recibido más de tres goles en contra en Europa en 70 años de historia. Hasta que se toparon con el Santiago Bernabéu.

Para colmo, los británicos llegaban como campeones de la liga inglesa. En esta primera gran noche hubo un primer gran nombre asociado a esa remontada especial: Roberto Martínez. El delantero del Real Madrid abrió el marcador a los tres minutos y el público se echó encima. Marcaría otro unos minutos después, mientras Santillana, con otros dos, y Pirri, redondearían un 5-1 para superar la eliminatoria. El espíritu ya se había instalado en Concha Espina.

Una frase para siempre

La historia del Real Madrid en Europa también se ha escrito en la extinta Copa de la UEFA. En las semifinales del torneo en 1985 se produjo una de las grandes noches en el Santiago Bernabéu. San Siro aupó a los Rummenigge, Altobelli y Baressi para conseguir un 2-0 que les ponía con pie y medio en la final. Tras ese encuentro, Juanito advertía a uno de los jugadores del Inter de Milán: "Noventa minuti en el Bernabéu son molto longos (90 minutos en el Bernabéu son muy largos)".

Lo demostraron. Un doblete de Santillana y la puntilla de Míchel dejaban el 3-0 que llevaba al Madrid a una final que además ganaría. Nada habría sido posible sin que el Bernabéu empujara con ese espíritu de las grandes noches que ya flotaba en el ambiente. Aquel equipo había goleado en su casa a equipos que dominaban en el continente como el Anderlecht y el Bayern Múnich. Todo el madridismo empezaba a convencerse de que cualquier remontada era posible.

Remontar un 5-1

Un año después el mismo espíritu volvería a emerger convirtiéndose casi ya en una tradición. En los octavos de final de la Copa de la UEFA de 1986, 'La Quinta del Buitre' viajaba a Alemania para jugar ante el Borussia Mönchengladbach. Los germanos eran un gran equipo y lo demostraron anotando cinco tantos. Un vendaval ofensivo que solo tuvo respuesta con un tanto de Gordillo. El Real Madrid quedaba condenado a tirar de épica.

El Bernabéu tendría que volver a hacer su trabajo y llevar en volandas a unos jugadores que pasarían a la historia. Valdano y Santillana fueron los goleadores en una noche para la leyenda en Europa del Real Madrid con sendos dobletes. Las gradas de Chamartín botaron como nunca cuando el colegiado pitó el final y el marcador dibujaba un 4-0 que situaba a los merengues en los cuartos. Los rivales conocían ese día que no hay diferencia en el marcador que valga cuando hay que visitar este estadio.

Remontada galáctica

El Bayern Múnich es uno de los grandes cocos de Europa. Más aún cuando viene de ser el campeón en la última edición. El penúltimo paso para llegar a la final de Glasgow para el Real Madrid eran los Kahn, Effenberg, Élber y Pizarro. El delantero alemán y el peruano daban la vuelta a un encuentro que comenzaría ganando el equipo entrenado por Vicente del Bosque en Alemania con un tanto de Geremi. El camino a La Novena se complicaba.

Para la vuelta de los cuartos, la conjunción entre el público y los jugadores fue vital. Helguera levantaba a los aficionados de sus asientos y puso el primer tanto en el marcador en el minuto 69. El choque entraba en un ida y vuelta del que salió vencedor el equipo blanco. Guti remataba la eliminatoria con el segundo gol en el minuto 89. Los merengues viajarían a Escocia, donde Zinedine Zidane dejaría la imagen para la historia con su volea que supuso una nueva Champions League para las vitrinas.

La huella de Cristiano

En el camino a La Undécima las cosas se torcerían en los cuartos de final. De hecho, el sueño estuvo a punto de romperse tras encajar un doloroso 2-0 ante el Wolfsburgo. Los merengues eran claros favoritos y se marchaban de Alemania con un resultado estrepitoso. Julian Draxler se daba a conocer al mundo en un partido de ida en el que jugó a nivel Champions League y que le sirvió para ganarse un fichaje por el PSG.

Pero si alguien está a otro nivel en la máxima competición continental ese es Cristiano Ronaldo. Un hat-trick en la vuelta en el Santiago Bernabéu supuso la primera piedra para construir el camino que les llevaría a ganar una nueva Champions. El portugués, máximo realizador en la historia de la competición y del Real Madrid, colmaba de gloria su etapa en la entidad dejando su huella sobre una épica remontada en Chamartín.

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