Los milagros existen... o eso dicen. Tal vez los que no creen en ellos, han comenzado a hacerlo después de ver la fase final de la Champions League que se ha marcado el Real Madrid. Seis partidos. Tres de ellos en el estadio Santiago Bernabéu. Y ha sido en el templo blanco donde se ha gestado la épica. Una y otra vez. Un guion que no hubiese escrito ni el mejor director de cine.
Primero fue el Paris Saint-Germain en octavos. Después le tocó el turno al Chelsea. Y, finalmente, el Manchester City. Todos ellos fueron colocados como favoritos ante el club que ha logrado levantar la 'Orejona' más veces que ningún otro. No creyeron en el Real Madrid. Le dieron por muerto antes de tiempo. Pero equipo y afición tiraron de fe, de orgullo y también de talento y calidad para citarse con el Liverpool en la final de París 2022.
Como ya pasase en 2018, blancos y reds medirán sus fuerzas para sentarse en el trono de Europa. Para llegar hasta aquí, ambos equipos han tenido que emplearse a fondo. Como los ingleses frente al Villarreal en semifinales. Pero es el equipo merengue el que ha protagonizado una fase final de las que quedan enmarcadas dentro de la historia del fútbol. Con algún milagro que otro incluido.
Paris Saint-Germain
Allá por la fase de grupos, el Real Madrid cayó por sorpresa ante el Sheriff. Entonces muchos dudaron incluso de su clasificación para los octavos. Llegaron los comentarios de que acabarían jugando la Europa League y dejándole fuera de los candidatos al título. Pasaron como primeros, sí. Y en un sorteo con polémica, el PSG fue el rival que la suerte deparó para los merengues.
Nuevamente, el runrún volvió a destaparse en contra del equipo blanco. Se dijo que los Messi, Neymar, Mbappé y compañía acabarían con el Real Madrid. Así llegó la ida en el Parque de los Príncipes. El coloso parisino fue mejor. En especial un Kylian Mbappé que demostró el porqué le consideran el Balón de Oro de los próximos años. Tan solo él pudo derribar el muro de Thibaut Courtois.
El portero belga se hizo aún más gigante en París. Hasta nueve paradas de mérito, incluyendo un penalti que detuvo a Messi en la segunda parte. Dos de ellas fueron a Mbappé, con el que volvió a encontrarse en el Santiago Bernabéu. Aquí comenzaron los nueve milagros del Real Madrid en casa en su competición favorita.
Con el luminoso mostrando el empate a 0 inicial y el PSG siendo superior, apareció Mbappé para demostrar su superioridad física. Así batió a Courtois por primera vez, pero su tanto fue anulado por fuera de juego previo de Nuno Mendes. A la siguiente que tuvo no falló y en el 39 de partido, arrancó en carrera desde su propio campo para poner el 0-1 en el marcador.
Ante el que será su equipo y frente a la que será su afición, Mbappé hizo el que podría haber sido el gol de la sentencia. Nada más pasar por vestuarios, Kylian recortó ante Courtois para volver a ver puerta. Pero esta vez, también fue anulado por fuera de juego. Siguió así el 0-1, pero la historia no tardó mucho en cambiar.
De Courtois y Mbappé a Donnarumma y Benzema. A la hora de partido, comenzó el show de Benzema. Aunque primero, con la 'ayuda' de Donnarumma. El portero italiano se lio con el balón y tuvo al lado al más listo de la clase. El '9' blanco se hizo con la posesión y cedió el balón a Vinicius para que el brasileño se la devolviese. Gol de la esperanza y segundo milagro obrado tras los goles anulados a Mbappé.
Quedaba la culminación del tercero y más importante. De la gran noche de Mbappé a la de Benzema. El Real Madrid se lo empezó a creer y su afición, también. El Santiago Bernabéu empujó al equipo para venirse arriba e ir a por la remontada. Pasaron alrededor de quince minutos y en solo dos, la película cambió su guion.
Del 76' al 78', un doblete de Benzema acabó con el PSG de Qatar fuera del camino a la 'Orejona'. Modric se unió a la fiesta para frotar esa lámpara que le acompaña y hacer magia. Pase a Karim entre una maraña de piernas para el 2-1. Después, un balón muerto, que pareció ir dirigido a Vinicius, acabó en los pies del '9', que no falló y puso al Real Madrid en los cuartos. Para el recuerdo, la celebración de Alaba con la silla.
Chelsea
Del PSG al vigente campeón de la competición. El Chelsea de Thomas Tuchel recibió al conjunto merengue en Stamford Bridge para abrir la eliminatoria de cuartos. Allí, Benzema volvió a repetir con un nuevo hat-trick que hizo soñar con las semifinales. Pero en la vuelta llegó el jarro de agua fría. En el minuto 15, Mason Mount ya había puesto por delante a los blues en el Bernabéu.
Con el 0-1 (3-2 en el global) se llegó al descanso. Poco después de la reanudación, Antonio Rüdiger puso el 0-2 (3-3). El gol no estuvo exento de polémica. El central marcó el segundo de los suyos tras un córner que no fue. Pero el tanto subió al marcador y ahí se obró un nuevo milagro. Marcos Alonso marcó el 0-3, pero el VAR avisó a Szymon Marciniak de que hubo mano previa del jugador español.
Suspiró el madridismo. Pero por poco tiempo. Timo Werner sí que logró el tercero para el Chelsea y colocar a su equipo en semifinales. Sin embargo, los viejos fantasmas no tardaron en planear sobre el coliseo merengue. Rodrygo Goes salió después del 0-3 y en menos de dos minutos, llevó el delirio a las gradas con la diana que forzó la prórroga.
El nombre de Rodrygo comienza a ser sinónimo de Champions. Sinónimo de idilio con el gol y los milagros. El segundo ante el Chelsea y el quinto de la fase final de la competición continental. Del milagro de Rodrygo al de Benzema. El francés no falló a su cita y en la prórroga, con 'Vini', su compañero de fatigas esta temporada, metió al Real Madrid en semifinales.
Manchester City
Más difícil todavía camino a París. El Manchester City de Pep Guardiola. En el Etihad Stadium, al igual que pasó contra el PSG, el rival fue superior. Pero aún así, el Real Madrid logró marcar tres goles a los skyblues. Con el 4-3, la eliminatoria aterrizó en el estadio Santiago Bernabéu. Se habló entonces de otra noche mágica. De épica. De historia. Y ahí los blancos son los reyes.
Sin goles en la primera parte y con el equipo merengue fuera de la final, apretaron los de Ancelotti, pero Mahrez fue el que golpeó primero. 15 minutos y el descuento. Tres milagros ante el PSG, tres milagros contra el Chelsea... y comenzaron los tres milagros frente al City. Ferland Mendy fue el protagonista del primero de ellos. En el 87', Grealish llegó hasta la línea de fondo, con Courtois vencido, apareció el lateral francés bajo palos para sacar el balón en la misma línea de gol.
El portero belga no fue el héroe entonces, pero sí en la siguiente. Otra vez Grealish apareció en el área madridista para poner el 0-2 que hubiese supuesto la sentencia. Ahí hincó rodilla Courtois para sacar con el pie el esférico. Una parada que bien vale el billete para la final. Un milagro que dio rienda suelta al último, el de Rodrygo.
Rodrygo, el 'niño' de la Champions, cambió el devenir de la competición esta temporada. Salió desde el banquillo y en menos de dos minutos dejó a Guardiola KO en la banda. En el minuto 90, Rodrygo volvió a ser el más listo del área pequeña para hacer aún mejor un balón ya notable de Benzema. Con la locura desatada, repitió el brasileño ya en el descuento de cabeza.
El golpe estaba asestado. El noveno milagro de la fase final de la Champions también. Benzema no falló, como no podía ser de otra forma, a la cita y firmó el gol de la victoria desde el punto de penalti. Quiso cederle el lanzamiento a Rodrygo, pero el joven extremo dejó que le tirase su capitán. La Champions League. La magia. El Real Madrid.
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