Nadie podía imaginar esta temporada de Karim Benzema. Menos aún lo podían hacer con 34 años. Su rendimiento es de Balón de Oro por muchos motivos. Lleva 44 goles en 44 encuentros, nunca en su carrera había marcado tanto. A esa edad Raúl González Blanco ya había marcado su último tanto con el Real Madrid. Este jueves, el jugador de fútbol francés ha igualado los 323 tantos que anotó el que fue su maestro en sus primeros días en el Santiago Bernabéu.
El '7', el '9' y el '11'. Hubo varios encuentros en los que estos números coincidieron sobre el campo. El primero era Raúl, el segundo Cristiano Ronaldo y el tercero Benzema. Entre estos tres futbolistas hay más de 1000 goles en la historia del Real Madrid. El portugués pasó a la historia con los 451 que marcó de blanco. Es la única meta que le queda por encima al galo. Karim ha igualado su legado al de una institución que disputó 741 encuentros, por los 603 del francés.
Raúl pasó a la historia por ser un ratón de área, un genio de la definición, un ejemplo de liderazgo y enarboló la bandera del espíritu de las remontadas en más de una ocasión. No se puede decir menos de la carrera de Benzema, que ha desarrollado esas habilidades en el tramo final de su trayectoria y que a todo eso añade una visión del fútbol única. Karim actualizó lo mejor que dio a la entidad González Blanco para mostrar una versión de un delantero de época.
La trascendencia en la historia del Real Madrid de Raúl González parecía inabarcable, lo mismo que sus cifras goleadoras. Desde su debut en 1994 hasta su último partido en 2010 vivió 16 temporadas en las que se convirtió en una leyenda. Ahora, enrolado como entrenador del Real Madrid Castilla ha comenzado de forma prolífica su aventura en los banquillos con la primera Youth League de la entidad. A los 16 títulos que consiguió sobre el césped hay que añadirle ese al mando.
El legado de Benzema también empieza a ser tan serio o más. 21 trofeos lucen en el palmarés del francés y todo apunta a que puede ampliar esa sala de condecoraciones. Karim ha cogido el brazalete de capitán que un día lució con orgullo Raúl y lo ha honrado. Ha tomado la vitola de gran estrella que tuvo González Blanco y la ha mejorado. Ha puesto el listón de la historia que el '7' había subido alto y lo ha colocado aún más lejos.
El gato goleador
En el año en el que coincidieron, Karim era un nueve que venía de dominar en Francia muy joven. Parecía más goleador de lo que resultaba ser. La adaptación a Madrid no fue fácil y la figura de Raúl estaba en un punto que todo el mundo ponía en otra dimensión para Benzema. Aún así, esa 2009/2010 junto al '7' supondrían las piedras sobre las que se ha edificado la figura del francés. Hay cuestiones del juego del español que ha heredado el ahora '9' del Real.
Benzema, tras la salida de Raúl, vivió bajo la sombra de Cristiano Ronaldo. Las dudas estaban instaladas incluso en esa pelea que mantuvo con Gonzalo Higuaín. Aún así, iba sumando goles y asistencias, así como levantando la figura que es a día de hoy. La sociedad que creó con el portugués supone que uno sea el máximo goleador de la historia del club y el segundo máximo asistente, mientras que el otro es el segundo anotador y el hombre que más pases de gol ha dado.
Todo eso dio lugar a un delantero diferencial en el mejor Real Madrid de este siglo y de la pasada década. El equipo que consiguió cuatro Champions (Raúl se quedó en tres) en cinco años no habría sido sin Karim. El francés fue diferencial en una de esas finales, como González Blanco lo fue en París y Glasgow. Benzema destacó en Kiev y este año puede destacar en su país, en el mismo estadio que lo hizo el hombre al que igualó en número de goles como blanco. Qué bonito sería que lo superase allí.
Lo que es ineludible es que Benzema ha tenido gran influencia en dos Ligas, siendo gran protagonista en la lograda este año en la que finalizará como Pichichi, un título que consiguió en dos ocasiones Raúl. También sería gran culpable si finalmente se levanta La Decimocuarta, donde también terminará como máximo goleador de la Champions League pase lo que pase. Esa responsabilidad pondría al galo seguramente por encima del español en la historia.
"El que nunca hace nada"
Es la frase que le quedó marcada al redactor del texto cada vez que veía a Raúl. La sensación es que no había aparecido en el partido, pero González Blanco hacía mucho trabajo sucio en el Real Madrid. Además de ser decisivo con sus goles, era pundonor y entrega. Sus hazañas lesionado marcando goles importantes, los instantes en los que echaba el equipo a sus espaldas o su capacidad para convertir en gol todo lo que tocaba dentro del área le hacía especial.
Pero si hay un valor que hacía único a Raúl eran sus valores sobre el césped. El eterno capitán siempre llevó con honor el escudo del Real Madrid en el pecho y en el brazalete. Ni un mal gesto, ni una mala actitud y siempre enarbolando una caballerosidad vista en pocos futbolistas. El club de Chamartín siempre tuvo en el delantero un jugador ejemplar y toda esa imagen ha recaído en la evolución que se ha visto en Benzema con los años.
Lo que hizo Raúl por el club fue increíble; lo que hace Karim es inenarrable. Lo que dio González Blanco a la entidad es invalorable; lo que le da Benzema está fuera de categoría. Los dos son leyendas, son legado del Real Madrid. Ambos son historia viva y prometen seguir ampliándola. Pero este jueves se ha llegado a un punto en el que cuesta colocar a una por encima de la otra. Al español siempre le contará como un extra ser canterano. Al francés le puede diferenciar el Balón de Oro.
[Más información: Florentino Pérez: "Ahora ya nadie va a dudar de que le tienen que dar a Karim Benzema el Balón de Oro"]