Kubo se piensa su futuro: busca una salida al no tener sitio en el Madrid
El futbolista nipón ocupa plaza de extracomunitario y no hay ninguna libre, por lo que buscará una cesión más fructífera que las anteriores.
12 julio, 2022 08:00Takefusa Kubo afronta una nueva pretemporada en el Real Madrid con la certeza de que no tiene hueco en el equipo. Su situación viene marcada principalmente por su condición de extracomunitario, el Real Madrid tiene tres plazas y están todas ocupadas por Vinicius, Militao y Rodrygo.
Una situación similar a la que ha venido sucediendo en temporadas anteriores. Desde que fichara por el equipo madridista en el verano de 2019, tan solo ha podido vestirse de blanco en partidos amistosos de pretemporada para acto seguido ser cedido a un equipo de Primera División para coger experiencia y minutos.
Cabe destacar el término cesión porque, aunque ahora mismo no tiene sitio en el equipo, desde el club no contemplan un traspaso, saben que Kubo es un jugador de mucho talento y esperan que en algún momento pueda entrar dentro de los planes del primer equipo blanco, algo que hasta ahora no ha podido ser.
Así, el pasado viernes Kubo llegó a la Ciudad Deportiva de Valdebebas con la convicción de seguir convenciendo al Real Madrid de su potencial, pero sabiendo también que mientras se pone a tono físicamente y disputa partidos en la gira norteamericana tendrá que buscar una salida en forma de préstamo. Misma situación que Reinier, también extracomunitario y que tendrá que buscar una salida con mejor suerte que su última cesión en el Borussia Dortmund, donde apenas tuvo protagonismo.
El objetivo era haber resuelto el futuro de ambos antes de arrancar la pretemporada. Lo de Luka Jovic, que ya ha firmado con la Fiorentina, tenía que haber ocurrido con ellos. La diferencia con el delantero serbio es que de este el Madrid se quería desprender como fuera y en Kubo y Reinier se sigue confiando.
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Este es un factor clave también para Kubo, que en tres temporadas ha tenido cuatro cesiones en tres equipos distintos, con diferente suerte pero siempre sin llegar a encontrar un lugar donde desarrollar todo su fútbol.
En la temporada 19/20 Kubo jugó en el Mallorca, donde seguramente tuvo la temporada más prolífica de su carrera profesional. 36 partidos, cuatro goles y cuatro asistencias con 19 años en una campaña en la que ya llamó la atención por las oficinas del Santiago Bernabéu.
Fracaso en Villarreal
El Real Madrid lo repescó para, en la temporada siguiente, la 20/21, volver a cederle. En este caso el objetivo era que el préstamo fuera en un equipo de mayor nivel y con un estilo de juego más acorde al del japonés, y apareció el Villarreal. Sin embargo las cosas no fueron demasiado bien en el 'submarino amarillo', tanto que se acabó revocando la cesión a mitad de temporada.
Seguía sin sitio en Chamartín así que buscó una segunda cesión, que encontró en el Getafe. Tan solo 18 partidos en el equipo 'azulón' mientras que otros jóvenes de un perfil similar al suyo en el Real Madrid (jóvenes y extracomunitarios) como Rodrygo y Vinicius crecían al abrigo de un equipo que cada año aspira a todo.
Con el final de la temporada y a pesar de no haber conseguido el Real Madrid ningún título, tampoco se le abrieron las puertas de Valdebebas, así que Kubo tuvo que volver a buscar fortuna en España. En ese momento apareció el Mallorca, al igual que en su primer año y, aunque ha sido parte importante del equipo y ha conseguido la permanencia, da la sensación de que Kubo no ha progresado tanto como se hubiera querido en la isla.
Kubo tiene contrato con el Real Madrid hasta 2024, y el objetivo ahora es encontrar un equipo con mayores aspiraciones que pueda hacer crecer al nipón, como la Real Sociedad. El equipo vasco tiene anotado en su agenda el nombre de Kubo y espera poder hacerse con sus servicios, aunque ahora le corre menos prisa.
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El equipo de Imanol Alguacil acaba de anunciar el fichaje de Brais Méndez procedente del Celta, por lo que su llegada se antoja menos imprescindible. El hecho de que sea una cesión también echa para atrás a algunos clubes, que ven en el asiático a un gran futbolista, pero que no va a poder echar raíces con su camiseta sabiendo que en algún momento tendrá que volver al Madrid.
Es el caso de la Real, según las últimas informaciones habría planteado al Real Madrid una compra por el jugador, pero desde la casa blanca no se plantean la posibilidad de deshacerse por completo del atacante.
La confianza en Kubo es alta, y como prueba los 250 millones de cláusula que blindan al joven jugador ante posibles ofertas de otros clubes. De hecho, esta misma temporada podría haber sido una oportunidad para el japonés. Sin fichajes galácticos en la delantera, el menudo extremo derecho podría haber sido un jugador importante ante la posible marcha de Marco Asensio, la salida de Gareth Bale y la incógnita de Eden Hazard.
La llave para desbloquear la situación de Kubo la podría tener su compañero Vinicius, que reside en España desde 2018 y ha pedido la nacionalidad española para liberar una plaza de extracomunitario. El problema radica en que en el Ministerio de Justicia hay unas 300.000 solicitudes de nacionalidad española pendientes de resolución y algunas se encuentran archivadas desde 2016.
Polémica por la nacionalidad
De hecho ha habido algunas polémicas relacionadas con este asunto, ya que no todos los ciudadanos ni todos los deportistas reciben la nacionalidad con la misma rapidez. El último ejemplo es el del estadounidense Lorenzo Brown, que ha sido nacionalizado para jugar con la selección española de baloncesto en tiempo récord, lo que contrasta con la situación de Vinicius.
Su tramitación se ha llevado a cabo después de la petición expresa de la FEB, y en particular del seleccionador, Sergio Scariolo, para cubrir el puesto de base de cara a la celebración del próximo Eurobasket.
Así, Kubo tendrá que seguir esperando al menos un año más para poder ser jugador de pleno derecho del Real Madrid y, mientras tanto, aprovechar los entrenamientos y partidos de esta pretemporada para seguir mandando un mensaje al club de que tiene nivel para jugar en un equipo plagado de estrellas.