Es el partido que va a marcar lo que resta de temporada en La Liga. Un Clásico siempre es importante, pero el de este domingo (21:00 horas, Camp Nou) va mucho más allá porque tiene tintes de decisivo. El Real Madrid tiene una última bala para reengancharse a la pelea por el campeonato, y para el Fútbol Club Barcelona puede ser la excusa perfecta para matar la competición y casi comenzar a tocar el título con las yemas de los dedos.
El partido comenzará con una brecha entre ambos conjuntos de 9 puntos favorable al conjunto culé, por lo que las urgencias son todas para los hombres de Carlo Ancelotti. Saben que la situación es límite, también que no hay margen alguno para el error, así que todo lo que no sea asaltar el Camp Nou y llevarse la victoria servirá para dejar vista para sentencia La Liga.
En el otro extremo se encuentra el equipo de Xavi Hernández. Con la tranquilidad que otorga contar con una ventaja tan amplia, los culés saben que se pueden permitir varios pinchazos en lo que resta de temporada, incluso ante el máximo rival. Para el Barça son válidos dos de los tres resultados posibles, porque incluso un empate sería suficiente para mantener la gran brecha y hundir la moral del rival.
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Todo ello, bajo las órdenes del colegiado De Burgos Bengoetxea que, en medio de la tormenta generada por el 'caso Negreira', estará mirado por lupa en cada decisión que tome tanto él como sus compañeros de VAR. En este caso, el FC Barcelona no se encontrará un ambiente hostil en ese sentido al jugar en casa, así que será otro punto más favorable a los culés que en el último Clásico vencieron en el Bernabéu por la mínima en un partido muy defensivo.
La presión del Madrid
Con la presión por bandera, pero eso no es algo nuevo o que asuste al Real Madrid. En el equipo blanco están acostumbrados a la máxima exigencia y precisamente cuando más complicadas tiene las cosas es cuando suele sacar su mejor versión. Como un animal que se siente acorralado y saca las garras, eso es precisamente lo que tratará de hacer en el Camp Nou.
El último recuerdo que tiene el conjunto merengue de su visita al feudo blaugrana para jugar un Clásico de Liga es bueno. La temporada pasada venció por 1-2 gracias a los goles de Alaba y de Lucas Vázquez, aunque la película no va a poder ser en ningún caso exactamente igual porque el austriaco vuelve a ser baja por lesión. El defensa está en la recta final de su recuperación, pero no llega a tiempo para jugar en Barcelona.
El que sí estará será Karim Benzema, que el pasado miércoles recuperó su olfato goleador con el tanto que le endosó al Liverpool en Champions League. Precisamente este puede ser uno de los aspectos que marquen el encuentro, un plano físico en el que el Real Madrid estará mucho más desgastado después de su partido entre semana. El Barça, después de sus dos eliminaciones europeas consecutivas, no tiene compromisos internacionales y ha podido descansar y trabajar con más calma durante los últimos días.
La versión del Barça
Quien afronta todo con mucha más cautela es el Fútbol Club Barcelona. Consciente de que no tiene tanta necesidad de obtener un buen resultado, los culés tratarán de jugar con la ansiedad de un rival que tiene que ganar de forma imperativa.
La duda es la versión que ofrecerá el equipo de Xavi Hernández para recibir al Real Madrid. En el último Clásico de Copa del Rey hace menos de un mes en el Santiago Bernabéu, los culés mostraron una versión ultradefensiva que nada tiene que ver con el modelo de juego que predica el entrenador catalán. No obstante, eso sirvió para maniatar a los de Ancelotti, que apenas fueron capaces de poner en apuros a Ter Stegen y se vieron impotentes.
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Ahora parece que, tanto por discurso como por el hecho de jugar en casa, el Barcelona tendría que mostrar una cara muy diferente a aquella, y eso puede ir curiosamente a favor del Real Madrid porque puede propiciar la generación de espacios. El Barça sigue sin encontrar la tecla de su mejor juego, pero aún así ha dado con la manera de sacar los partidos adelante con efectividad y muy poco brillo.
En el plano de bajas es donde los blaugranas salen peor parados. Finalmente Pedri no llegará a tiempo para jugar El Clásico pese a sus esfuerzos, y de hecho se cayó de la lista de Luis de la Fuente a última hora, pero en el ataque también echará el Barça de menos a Dembélé, que sigue sin recuperarse. En cualquier caso, 90 minutos por delante para decidir si todavía hay Liga o si el campeonato echa definitivamente la persiana.