El primer derbi madrileño del colegiado Javier Alberola Rojas (Ciudad Real, 22 de junio de 1991) enciende al madridismo. Sus decisiones al silbato beneficiaron al Atlético de Madrid, que se alzó con el triunfo por 3-1. En mitad de la polémica no ha pasado desapercibida la relación que existió en el pasado entre este árbitro y Javier Enríquez Romero, hijo de Negreira.
Alberola Rojas es uno de los árbitros que realizaron pagos a Enríquez Romero por diversos servicios de coaching entre los años 2016 y 2019. Dos colegiados más de Primera División (David Medié Jiménez y Santiago Jaime Latre -este de VAR), dos de segunda (Iñaki Vicandi Garrido y Óliver de la Fuente) y un cuarto árbitro (Calderiña Pavón) también figuran como clientes según la documentación presente en la causa del 'caso Negreira', a la que pudo acceder EL ESPAÑOL.
El nombre del colegiado castellanomanchego figura en los informes y tablas que reunió la Agencia Tributaria con todos los clientes de Enríquez Romero. Alberola Rojas, así como el resto de árbitros mencionados, llegó a reconocer a la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) que contrató los servicios del hijo de Negreira.
Algunas de las transferencias de Alberola Rojas a Enríquez Romero incautadas por la Agencia Tributaria
En total, en las tablas recabadas por Hacienda, figuran doce pagos diferentes de Alberola Rojas al hijo de Negreira por los servicios de coach que solía prestar. La cifra, según las facturas encontradas, asciende a 8.600 euros.
Sumando al resto de colegiados, habrían pagado en torno a 25.000 euros entre 2016 y 2019 según los informes de la Agencia Tributaria, quien pidió al hijo de Negreira que justificara los ingresos que obtenía de los servicios que prestaba a todas estas personas al tiempo que figuraba como administrador único de la compañía a través de la que su padre cobraba del Fútbol Club Barcelona. Hacienda quiso documentar los "servicios prestados personalmente que hayan redundado en beneficio" del club azulgrana.
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El hijo de Negreira y la promoción de árbitros
Alberola Rojas fue ascendido a Primera División en 2017, convirtiéndose en el segundo árbitro más joven de la historia en subir tras pasar dos años por Segunda. Ese mismo año, en febrero, Enríquez Romero cobró 15.669,50 euros de su padre por "las funciones que le correspondían en el CTA respecto a valorar el nivel de los árbitros", como reflejaba el informe de la Guardia Civil del 'caso Negreira' y que también pudo comprobar este diario.
La operación, que se realizó entre las empresas Dasnil 95 SL y Soccercam SL, fue descubierta durante la inspección tributaria a través de la factura identificada como A981 de la sociedad de Negreira. El propio Enríquez Romero fue preguntado por esta factura ante la Agencia Tributaria y aclaró que "consistieron en realizar análisis arbitrales de los partidos y valorar el nivel de los árbitros para su futura promoción o descenso".
Pagos del Colegio Castellanomanchego
Tampoco hay que pasar por alto, en relación a Alberola Rojas, perteneciente al Colegio Castellanomanchego, los cobros que también percibió Enríquez Negreira, a través de la sociedad Dasnil 95 SL, del mismo Comité sobre el que debía decidir si sus árbitros ascendían o descendían de categoría.
La relación comercial entre Negreira y la Territorial castellanomanchega se alargó hasta 2018, ingresando Dasnil 95 SL las cantidades de 3.273 euros en 2016, 1.243 euros en 2017 y 4.078 euros el último año. Precisamente, coincidiendo con estos se produjo el ascenso de Alberola Rojas a Primera División en junio de 2017. El Colegio Vizcaíno y el Catalán también fueron clientes de la empresa del exvicepresidente del CTA.
A Alberola Rojas le tocó la oportunidad de pitar su primer derbi, tras ascender a Primera hace siete años. El resultado fue un malestar general por sus decisiones, en especial tres: la falta sobe Bellingham en el 1-0, el gol anulado a Rüdiger y una roja perdonada a Giménez.
Pero el colegiado de Ciudad Real será premiado en unos meses. A partir de enero, cuando la FIFA le entregue la escarapela, será árbitro internacional, ocupando una de las dos plazas que dejaron libres Mateu Lahoz y Del Cerro Grande tras dejar el silbato.