El Real Madrid se deja dos puntos en el Sánchez Pizjuán tras una polémica actuación arbitral

El Real Madrid se dejó dos puntos en su visita al Sánchez Pizjuán en un encuentro igualado que pudo caer de cualquiera de los dos lados. Se adelantó el cuadro andaluz con un tanto en propia puerta de Alaba, pero Carvajal empató el encuentro en los minutos siguientes. [Narración y estadísticas en directo].

Sin embargo, el choque estuvo marcado por una actuación más que discutida del colegiado De Burgos Bengoetxea. El árbitro vasco anuló dos goles muy polémicos al Real Madrid. El primero a los dos minutos de juego, tras un fuera de fuego de Bellingham. El segundo, en una acción en la que señala falta y corta un contragolpe del Real Madrid que acabó en gol. Nadie se enteró del silbido del árbitro, sólo el propio colegiado.

El Real Madrid entró muy bien al partido. Agresivo, moviendo el balón con velocidad e igualando la gran intensidad del Sevilla. Apenas llegó el minuto dos y Vinicius creó el primer quebradero de cabeza en la zaga rival, pero su intento de disparo fue interceptado por Sow que desvió el esférico a córner. A raíz de ese saque de esquina Fede Valverde consiguió abrir el marcador, pero el VAR anuló el tanto.

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El uruguayo remató un balón ante la pasividad del Sevilla que tocó en Sergio Ramos y se fue directamente a la portería sevillista. Sin embargo, el gol fue anulado minutos después ya que Bellingham se encontraba en fuera de juego en el inicio de la jugada.

La primera parte estuvo muy abierta. La propuesta de Diego Alonso, con la línea defensiva en medio campo y asfixiando a su rival en la presión, propició que el choque tuviera muchos huecos. Algo que aprovecharon ambos conjuntos y que estuvo a punto de surtir efecto en el cuadro andaluz que gozó de una doble ocasión clarísima de gol.

Rakitic recibió un balón al espacio, superó a su marca con un fantástico recorte y sacó un gran disparo que superó a Kepa. Sin embargo, cuando el Pizjuán gritaba el gol, apareció Carvajal de forma providencial despejando con la cabeza el esférico desde la línea. El rechace llegó a las botas de Ocampos que sacó un latigazo desde la frontal que obligó a lucirse a Kepa Arrizabalaga.

Bellingham protesta una acción REUTERS

También vio como la defensa sevillista sacaba sobre la línea un gol cantado. En el minuto 33 Kroos botó una falta lateral que se paseó por toda la maraña de piernas sevillistas y madridistas. El esférico iba a entrar al fondo de la red, pero en el último minuto apareció Sergio Ramos que sacó de forma providencial su pie derecho y mandó el cuero a córner. Esa fue la última gran acción de la primera parte que finalizó sin goles, pero con la sensación de que cualquiera de los dos equipos podría ir por delante.

El conjunto dirigido por Carlo Ancelotti comenzó con fuerza la segunda mitad. Dominó y obligó al cuadro sevillista a replegarse y estuvo a punto de hacer el primer tanto del partido en dos ocasiones. La primera con un disparo seco y potente de Kroos desde la frontal del área que se marchó cerca de la meta local. Minutos después, en el 56, Nyland sacó una mano providencial a un remate de Rodrygo a bocajarro.

Momento de locura

El encuentro entró en una fase más calmada antes de que se rompiera de forma definitiva en el último cuarto de hora. En el minuto 74 se adelantó el Sevilla gracias a un tanto de Alaba en propia puerta. Acuña puso un centro desde el perfil izquierdo que, tras pasearse por el interior del área, acabó tocando en la cadera del central austríaco. Kepa tocó el esférico, pero no fue capaz de salvar el gol.

El Sánchez Pizjuán enloqueció, pero la alegría apenas duró cuatro minutos, el tiempo que tardó el Real Madrid en empatar el choque. El gol fue obra de Carvajal, pero llegó de una forma inusual para el lateral español. Kroos botó una falta lateral al primer palo donde emergió la figura del capitán del Madrid que cabeceó sin piedad a la meta sevillista.

Así acabó el partido, con empate a uno, pero ambos conjuntos pudieron llevarse el gato al agua. Primero el Sevilla con Sergio Ramos después de que el zaguero conectara un cabezazo potentísimo que obligó a Kepa a estirarse y rozar el esférico antes de que se topara con el palo. Los blancos también pudieron llevarse la victoria en la última jugada con una falta directa que blocó bien Nyland.