El Real Madrid cerró su pase a los octavos de final de la Copa del Rey con dos minutos mágicos. El protagonista fue Brahim Díaz. Un mago, no podía ser otro. El malagueño desarboló a la defensa de la Arandina en dos acciones individuales que fueron suficientes para dar el triunfo a los blancos (1-3). [Narración y estadísticas en directo]
Primero provocó un penalti tras una gran acción individual que Joselu se encargó de materializar. Ni si quiera pasaron 60 segundos cuando Brahim volvió a ser protagonista con un bello disparo de primeras desde la frontal al palo largo de la portería defendida por Adrián que entró con suavidad al fondo de la red. Rodrygo remató la faena con un gol en el último minuto tras un gran pase de Brahim. Minutos después, la Arandina marcó el tanto de la honra.
El choque también sirvió para ver caras nuevas. Güler debutó con la elástica blanca y a punto estuvo de marcar un golazo con un disparo de falta directa que pegó en la cruceta. También debutó Álvaro Carrillo en la zaga y Camavinga reapareció tras dos meses de lesión.
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El Real Madrid saltó con intensidad al verde. Eso es lo mínimo exigible, pero no sería la primera vez que un equipo grande sale sin la actitud necesaria a este tipo de partidos. Los de Ancelotti fueron a por el choque desde el primer minuto, pero se toparon con una Arandina muy ordenada en su campo que dificultó mucho la generación de ocasiones de los blancos en la primera mitad.
El gran atractivo durante los primeros cuarenta y cinco minutos fue Arda Güler. El jovencísimo mediapunta turco, que debutaba con el Real Madrid, comenzó acostado a la izquierda, pero no paró de moverse por todo el campo siendo un jugador totalmente indetectable para la zaga de la Arandina.
Le bastaron veinte minutos para demostrar su nivel. De sus botas nacieron las dos primeras acciones de peligro del Real Madrid. En el minuto 14 disparó con violencia con la pierna derecha desde el interior del área, pero Adrián solventó a la perfección y mandó el esférico a córner. Cuatro minutos después casi marca un auténtico golazo. Con su zurda, mágica, lanzó una falta por encima de la barrera teledirigida a la escuadra. Sin embargo, el balón se estrelló en el poste y dejó al turco con las ganas de marcar su primer gol con la elástica blanca.
Sin duda, fue el turco fue lo más destacado de una primera mitad a la que al Real Madrid le costó generar peligro. También tuvo la suya Joselu, muy incómodo rodeado de tantos centrales, tras cazar en el interior del área un centro de Fran García. Disparó bien, pero el cuero se marchó al lateral de la red.
Los de Ancelotti no sufrían nada. Kepa era un mero espectador del partido, pero se marcharon al descanso con el mismo resultado que al principio. El técnico italiano necesitaba cambiar algo, pero mantuvo el mismo dibujo al inicio de la segunda parte.
Brahim, desatascador
La Arandina salió sin miedo tras el descanso y se acercó un par de veces a la portería de Kepa. Sin embargo, en apenas dos minutos el Real Madrid sentenció la eliminatoria. Y lo hizo gracias a Brahim.
El malagueño se encargó de romper las ilusiones de la Arandina. Primero forzó un penalti tras un regate en el interior del área que Joselu se encargó de transformar con mucha calidad. Un minuto después, en el 55, comenzó una jugada individual que, tras un rechace, acabo con un disparo suyo inapelable al palo largo ante la mirada del portero local. Dos minutos de tormenta que sirvieron al Real Madrid para finiquitar el asunto.
A partir de ahí, el encuentro no tuvo mucha más historia. El Madrid quitó el pie del acelerador y se dedicó a dejar pasar el crono. La Arandina tampoco inquietó a la portería de Kepa, pero se fue al ataque en los últimos minutos en busca del premio del gol. Allí el Real Madrid gozó de varias oportunidades de aumentar la renta, pero no lo logró. Primero Álvaro Rodríguez con un cabezazo y después Joselu en un mano a mano desperdiciaron la opción de poner el 0-3.
Quien si lo puso fue Rodrygo. El brasileño, que entró en la segunda parte, remató después de un gran control un buen envío de Brahim para poner la sentencia. También tuvo su premio la Arandina que consiguió el tanto de la honra en una de las últimas acciones del choque. La afición lo celebró a lo grande. No es para menos, marcaron un gol al Madrid.