Davide Ancelotti, el tapado del banquillo del Madrid: el cerebro ante el asedio y los penaltis del City
El hijo de Carlo Ancelotti, segundo entrenador del conjunto blanco, fue protagonista en la tanda.
19 abril, 2024 02:15Antonio Rüdiger y Andriy Lunin se llevaron todos los elogios de la inolvidable noche del Real Madrid en el Etihad Stadium. No es para menos, el primero fue quien marcó el penalti definitivo y el segundo fue quien permitió que su equipo llegase a esa tanda de penaltis. Sin embargo, hubo otro protagonista en la sombra. Un hombre que fue clave en la clasificación del Madrid a las semis de la Champions: Davide Ancelotti.
El segundo entrenador del Real Madrid, e hijo de Carlo Ancelotti, sacó a relucir todo su libreto sobre el césped del feudo 'citizen'. Fue él quien llevó la voz cantante antes de la lotería de los penaltis. Con los lanzadores, con los que finalmente no tuvieron que patear desde los once metros... Un pilar fundamental en el cuerpo técnico de 'Carletto'.
En el corrillo previo al inicio de la tanda de penaltis, Davide Ancelotti charlaba con su padre Carlo. En su mano, un papel con un contenido que acabó siendo fundamental en el devenir de la eliminatoria. En él tenía apuntados los nombres de los futbolistas que debían asumir la responsabilidad.
Así contaba Davide Ancelotti cómo fue la elección de los jugadores para la tanda de penaltis:pic.twitter.com/uPlgn8aj3M
— Madrid Sports (@MadridSports_) April 18, 2024
Lucas, Modric, Bellingham, Nacho, Valverde... Todo empezó a coger forma cinco minutos antes del final de la prórroga. De repente, Fede admitió estar "muerto" físicamente y fue Rüdiger el elegido para tirar el quinto y definitivo. El que puso al conjunto blanco en otras semifinales de Champions League, las 12º en las últimas 14 temporadas. Un sinsentido.
"Cuando quedaban cuatro o cinco minutos, empiezas a pensar, y puse esos cinco lanzadores. Bellingham es lanzador, Lucas es lanzador, Modric también. Nacho es un jugador de experiencia y personalidad, y en el entrenamiento veíamos que va decidido a un lado. Y Rüdiger es un jugador con huevos", comentó al término del choque.
De la mano de su padre
Preparador físico y licenciado en Ciencias del Deporte, Davide Ancelotti se unió con 22 al staff de su padre en el PSG. Davide haría de preparador físico en París aquella temporada, la 2012/2013, y las dos siguientes en las que Ancelotti padre estuvo en el banquillo del Real Madrid. Fue la primera toma de contacto de Davide con Valdebebas, mientras Carlo tenía a dos ilustres del madridismo, Zinedine Zidane y Fernando Hierro, como sus segundos cada uno en una temporada.
Cuando Ancelotti se fue del Madrid, y tras un año sabático, llegó a Múnich. Lo hizo con Davide como su asistente. A punto de cumplir los 28 años, podía sorprender ver a alguien tan joven como segundo de todo un Bayern Múnich y alguno podía tender a pensar que estaba ahí por su apellido. Ser hijo de un cinco veces campeón de Europa (dos como jugador y tres como entrenador) ayudaba, pero para entonces ya era un estudioso de la disciplina.
Durante más de cinco años y pasando por cuatro clubes de las cuatro mejores ligas de Europa (Bayern, Nápoles, Everton y de vuelta al Real Madrid), Davide ha consolidado su dupla en el banquillo con su padre.
Estudioso de la táctica
El hijo de Ancelotti es una especie de científico del fútbol. Los que trabajan a su lado destacan su obsesión por su labor y el estudio de la táctica. Sigue un meticuloso proceso de estudio de los rivales, analizando las claves con las que su equipo puede sacar ventaja para lograr la victoria.
"Mi deber es organizar los entrenamientos, asegurarme de que todo salga bien, preparar las jugadas a balón parado, ayudar al entrenador a preparar la estrategia del juego. Vamos semana a semana, organizamos el programa juntos", contaba en un podcast el propio Davide al poco de anunciarse el regreso de su padre al Real Madrid.
Padre e hijo pueden parecer perfiles similares, pero viéndoles en la zona técnica nos damos cuenta de la personalidad de cada uno. Esto quedó plasmado frente al City. El semblante tranquilo de Ancelotti contrastó con el arrojo de su hijo en la zona técnica.
Durante toda la batalla contra el Manchester City, era Davide quien se revolvía desde la banda en busca de soluciones al dominio local. Exponía sus ideas con vehemencia, ni más ni menos que a su padre. No paraba de moverse por el área técnica, activo y enérgico. Le preguntaron sobre esto tras el partido y Davide sorprendió a todos con su respuesta. "Cuando mi padre tenía 30 años menos también era así", sentenció.