El Chelsea desembolsará 500 millones de libras, un total de 572,5 millones de euros, en demoler el actual recinto y edificar uno nuevo. "Estamos muy contentos de haber recibido el permiso necesario para llevar a cabo la remodelación de nuestra histórica casa", informó el conjunto londinense a través de un comunicado oficial tras la aprobación definitiva de las obras.
Roman Abramóvich por su parte recalcó que es un proyecto a largo plazo cuyo objetivo seguirá siendo mejorar la imagen del Chelsea en el ámbito deportivo. "Esto no significa que se pueda empezar a trabajar ya mismo. Es un paso muy importante que hay que dar antes de empezar a trabajar".
Por todo ello, la costosa remodelación obligará al equipo londinense a jugar fuera de la que ha sido su casa en los últimos 111 años durante al menos tres temporada para poder completar los plazos establecidos para el nuevo proyecto.