La NASCAR fue testigo de una lamentable pelea entre dos pilotos que luchaban por el podio, una batalla en la pista que terminó a puñetazo limpio cuando los dos pilotos bajaron de sus coches tras finalizar la carrera.
Se trata de Kyle Busch y Joey Logano. Éste último echó a Kyle de la pista con un golpe por detrás cuando Busch ocupaba la tercera plaza, haciéndole perder el control de su coche y teniendo que despedirse de la carrera. Ello no gustó nada a Busch, que sin dudarlo, se dirigió hacia Logano al final de la carrera para pegarle un tremendo puñetazo.