El propietario afectado en Toledo por el vertido de gasoil insiste en denunciar los daños en su negocio
El propietario del inmueble afectado por el vertido de gasoil del acuífero del Casco Histórico de Toledo y director de la empresa turística 'Entorno Toledo', Julián Baños, sigue denunciando daños en su negocio tras cinco meses desde que esta sustancia empezará a contaminar tres pozos milenarios de su propiedad.
Baños ha informado a Efe de que ha recibido recientemente una carta del Arzobispado de Toledo en la que le insta a fijar una fecha para limpiar este producto, cuyos gastos de contratación de la empresa responsable correrían a cargo de esta Institución, después de descubrirse a finales de noviembre que el vertido procedía de un edifico de su propiedad, cercano al inmueble.
Esta carta ha sido publicada por el principal afectado en las redes sociales, plataforma en la que ha ido actualizando la información sobre este suceso en el que, según ha lamentado, "es bastante complicado valorar los daños" por lo que se ha tenido que poner en manos de biólogos expertos en patrimonio cultural.
"Hasta que no exista un informe al respecto no actuaré en consecuencia", ha declarado Baños en referencia a una posible demanda por daños y perjuicios, ya que "el agua de los acuíferos sigue contaminada y el olor a gasoil sigue impregnando el ambiente del local", ha asegurado.
Un hecho que afecta en gran medida a la hora de realizar visitas turísticas a este espacio, donde "esta todo empantanado", ha dicho el propietario, quien se ha quejado porque "ahí no quiere entrar nadie y el olor te tira para atrás".
Plantilla a la fuga
"Se me ha ido la mitad de la plantilla", ha desvelado, algo que, a su juicio, habría que sumar a los daños causados por este hecho a la hora de cuantificar y valorar todos los aspectos, entre los que ha destacado el estado en el que se encuentra la roca de los pozos, con la sustancia ya adherida a ella.
Baños ha mostrado su preocupación por las consecuencias que este vertido puede tener a la larga para su negocio y por el estado de los tres pozos milenarios que están dentro de su inmueble y que forman parte de una visita turística en su empresa, los cuales "están contaminados para siempre y no tiene fácil solución", ha subrayado.
"Personalmente, es un trabajo de 20 años en los que he excavado con mis propias manos este patrimonio que ha sido recuperado con mi dinero y mis préstamos, y que ahora mismo está echado a perder", ha concluido.