El día más duro de Alberto en la UVI del Sescam: "Quería dejar de sufrir, cerrar ojos y adiós"
Pocas veces nos ponemos en la piel de los sanitarios que nos atienden cuando sufrimos alguna enfermedad o accidente grave. El estrés de los trabajadores de una ambulancia, que en ocasiones tienen que enfrentarse a situaciones de vida o muerte, no es pequeño. Los profesionales actúan como tal y no se dejan vencer por la presión, pero evidentemente son seres humanos sensibles y con emociones, lo que en muchas ocasiones les genera problemas psicológicos y psiquiátricos. Y, para que esto deje de ser un tabú, el enfermero Alberto Luque, que trabaja para el Servicio de Salud de Castilla-La Mancha (Sescam) subido a una UVI en Alcázar de San Juan (Ciudad Real), ha hablado públicamente de la complicada situación personal que tuvo que superar tras presenciar el fallecimiento de una niña a la que estaban atendiendo.
Luque, conferenciante y escritor con casi 8.000 de seguidores en Facebook, ha contado que necesitó ayuda psicológica para canalizar el 'shock' que le produjo la muerte de la menor, reconociendo incluso que llegó a pensar en el suicidio: "Un día pensé que la única salida era desaparecer, dejar de vivir era la única forma de seguir viviendo y hoy todo aquello pasó, hoy soy feliz".
"En un aviso una niña nos dijo adiós y yo no supe entender que la tristeza es una emoción normal y con las emociones no se discute, se aceptan, se viven y no somos Héroes que todo lo puedan. Meses cuesta abajo, meses de llorar a escondidas por el dichoso: ¡¿Qué pensarán de mí si cuento que lloro por una paciente!? Es duro abrazar a una hija sintiendo culpa, pensando que no es justo que aquel padre no pudiese hacer lo propio, mi hija vivía y era feliz, la suya no", ha relatado.
Luquecontinúa: "Solo quería dejar de sufrir, cerrar ojos y adiós. Y nada fue motivado por sentimiento de culpa profesional, el aviso en lo técnico había sido impecable, quizá eso ahondó mi sufrimiento, ¿qué pasaría el día en el que no lo fuese?, ¿qué pasaría el día en el que otro niño dijese adiós en nuestras manos?". Pero, por suerte, tuvo ayuda psicológica a tiempo. "Alguien me tendió una mano y acabé allí donde debí acudir desde el primer momento. La psicología fue luz en mi oscuridad. Ante una psicóloga confesé mi pensamiento más inconfesable, había pensado en la muerte como única salida. Y doy gracias por haberlo hecho, externalizar algo tan tabú había abierto claridad a mis ideas. Me ayudó a entender que no había sabido gestionar adecuadamente mi lado emocional, que la empatía mal entendida quema al profesional. Salí gracias a una mano amiga, contando, hablando, asumiendo, aprendiendo y escribiendo".
"Hueso a traumatología, corazón a cardiólogía...mente a psiquiatría y psicología- Visibilizar ayuda a superar. No tomes a broma, no eches en saco roto la primera señal de alarma, no quiere llamar la atención sin más...te necesita", finaliza el enfermero del Sescam en un 'post' que ha conmocionado a sus seguidores de Facebook y que se está haciendo viral por su importancia a la hora de normalizar las enfermedades mentales y su tratamiento.