El brutal crimen de la niña de 9 años Valentina tiene estremecido a todo Portugal
Portugal está conmocionado desde quese encontró el cadáver de la niña Valentina, de 9 años, tapado en un bosque de eucaliptos a dondeel padre de la criatura guió a los agentes.
Tras cuatro días desaparecida, tanto el padre como la madrastra de la menor fuerondetenidos el pasado domingopor su presunta implicación en el crimen.
El caso todavía está lleno de incógnitas. Queda saber cómo murió la niña ysobre todo quién la mató, preguntas cuyas respuestas demandan con indignación los ciudadanos portugueses.Una fuente policial apuntó que hay pruebas de que la niña sufrió una "muerte violenta, con lesiones en la cabeza e indicios de asfixia", aunque no precisó la causa de la muerte, que se conocerá cuando los informes estén completos.
Los vecinos se han puesto en pie de guerra en el distrito de Leiria, en el centro de Portugal, donde residía la niña. Este martes se concentraron a las puertas del juzgado, pausando su confinamiento pero sin sacarse la mascarilla, paragritar insultos y acusar de "asesinos" al padre y la madrastrade Valentina (32 y 38 años) cuando acudíana declarar ante el juez entre fuertes medidas de seguridad ya que son los principales investigados.
Los investigadores están convencidos de queValentina murió en casa del padre y la madrastraen la aldea de Atouguia da Baleia -donde pasaba algunos días durante el confinamiento- la mañana del miércoles, en un contexto de "cuestiones internas del funcionamiento familiar", según un portavoz policial.
En la vivienda estaban también tres hermanos de la pequeña, un niño de 12 años, fruto de una relación anterior de la madrastra, una menor de 4 años y un bebé de pocos meses, hijos en común de la pareja. Eltestimonio ante la policía del mayorde ellos ha sido fundamental para centrarse en los progenitores.
El padre de Valentina denunció el jueves por la mañana a laGuardia Nacional Republicana (GNR)que su hija no se encontraba en el domicilio, y que la última vez que la había visto había sido la noche anterior cuando la fue a arropar. Ante esta llamada se reunieron 100 voluntarios y 600 agentes para peinar una zona de 4.000 hectáreas.
No encontraron nada. A la mañana siguiente,el padre confesó que Valentina estaba muerta y guió a los agentes hasta la zonaboscosa de eucaliptos donde se encontraba el cadáver de la pequeña, en la cercana Serra D'El-Rei, a unos cinco kilómetros de la casa.
Al salir a la luz este caso van llegando nuevas informaciones a la prensa relativas a la relación de la niña con su padre. Al parecer,Valentina llegó a huir de la casa de su progenitor hace dos años, y al ser encontrada por los agentes la niña alegó queechaba de menos a la madre e iba a buscarla. La Comisión de Protección de Niños y Menores investigó entonces su caso, pero no halló señales de malos tratos ylo archivó poco después.