Lo cuenta este martes el diario La Razón. La segunda ola de coronavirus ya está aquí y falla el primer dique de contención, el que forman enfermeras y enfermeros. Hasta 88.000 más harían falta para afrontar la pandemia con garantías. Así lo denuncian organizaciones y sindicatos del sector. María José García, secretaria general de Satse, especifica a La Razón que esa cifra se dividiría en unas necesidades de «15.000 profesionales más para atención primaria y 73.000 para hospitalaria. No puede ser que una enfermera se ocupe por planta de una media de ocho pacientes con el riesgo que conlleva para éstos una asistencia tan limitada».
Este elevado número de pacientes por profesional fue uno de los motivos de que este colectivo consiguiera llevar al Congreso, con un gran apoyo parlamentario, una proposición de ley de Ratios de Enfermeras para Garantizar la Seguridad del Paciente. Fue el 20 de diciembre de 2019, y en el texto se expecifica que «existe evidencia de que la dotación insuficiente de enfermeras pone en riesgo la seguridad del paciente y la de los profesionales, produce incrementos en la mortalidad y morbilidad de los pacientes, lo que se traduce, además de en los efectos indeseados mencionados, en mayores costes para el sistema sanitario en forma de reingresos y alargamiento de las estancias». Petición lógica para la protección de la salud, consagrada en el artículo 43 de la Constitución Española, por cierto.