Las agresiones a enfermeros se disparan en Castilla-La Mancha durante 2020
Las agresiones a la enfermería han aumentado un 12,5 % el pasado año con respecto a 2019, y Castilla-La Mancha ocupa el número séptimo de las comunidades en las que se han reportado más actitudes violentas, en total 124.
En todo el país, se han registrado 1.657, que son 185 más que el año anterior, y son Andalucía, País Vasco y Castilla y León las comunidades con mayor número, según el último informe del Observatorio Nacional de Agresiones a Enfermeras del Consejo General de Enfermería (CGE).
Este organismo aclara que no son las únicas que se han producido sino que son las notificadas y registradas, por eso hace hincapié en la importancia de visibilizar este tipo de agresiones.
Las cifras corresponden a todas las agresiones, tanto físicas como verbales, que profesionales o colegios de enfermería han notificado al Observatorio y que, según el organismo que dirige Florentino Pérez, son superiores a las que notifica la Policía Nacional en su registro anual, ya que no se contabilizan únicamente las denuncias policiales.
Si en 2019 las agresiones contabilizadas en el registro fueron 1.472, en 2020 han sido 1.657, un 12,5 % más.
En este sentido, el CGE lamenta que el confinamiento estricto, los aplausos y el reconocimiento social al trabajo "incansable" de la profesión no hayan contribuido a que las agresiones disminuyan.
Por comunidades, Andalucía es la que más agresiones ha notificado (583); le siguen País Vasco (184), Castilla y León (182), Baleares (173), Navarra (142), Galicia (135) y Castilla- La Mancha (124).
La Comunidad de Madrid ha notificado 62; Aragón, 28; Cataluña 16; Comunidad Valenciana, 15; Canarias, 8; Cantabria, 4; y Extremadura, 1.
La Rioja, y las ciudades autónomas de Ceuta y Melilla han comunicado que ningún profesional ha notificado agresiones, en tanto que Murcia ni Asturias han aportado datos, cuando en 2019 sí lo hicieron.
"En la mayoría de las ocasiones, sobre todo en las agresiones verbales, las enfermeras y enfermeros no se atreven a denunciar. Muchos profesionales creen que las agresiones verbales no son motivo de denuncia", destaca Pérez, quien anima a todos los colegiados a poner en conocimiento cualquier actitud violenta.