Algo más de 399.000 alumnos comienzan el curso escolar este jueves en 1.214 centros sostenidos con fondos públicos en Castilla-La Mancha, un curso marcado por la normalidad de dos cursos condicionados por la pandemia y por la nueva ley educativa que comienza a aplicarse en los cursos impares.
La consejera de Educación, Cultura y Deportes, Rosa Ana Rodríguez, ha presentado en rueda de prensa las claves y retos de un curso escolar que ha comenzado el día 1 para 32.753 docentes y para el personal no docente, y ha subrayado que se mantiene el grueso del profesorado (baja un 0,9 % respecto al curso pasado).
Los 399.055 alumnos suponen unos 4.000 menos que el curso anterior debido, sobre todo, al descenso en el segundo ciclo de Infantil y algo en Primaria ocasionado, a su vez, por la bajada de la natalidad.
Rodríguez ha subrayado que este curso ya no se aplicarán medidas sanitarias excepcionales, como ha ocurrido en los dos anteriores, pero el reto educativo se centra en la nueva ley educativa, que empieza a aplicarse en los cursos impares.
En este sentido, ha dicho que Castilla-La Mancha fue pionera en desarrollar la normativa y publicar los decretos curriculares, que los centros educativos tienen desde julio, y ha avanzado que mañana miércoles el Diario Oficial de la región publicará la orden de diversificación educativa y a lo largo de este mes de septiembre el resto de disposiciones relativas a la evaluación del alumnado.
Sobre el nuevo modo de evaluar que marca la Lomloe, la consejera ha explicado que enfatiza las competencias y la evaluación continua pero ha afirmado que una de las "fortalezas" del sistema educativo de Castilla-La Mancha es la formación del profesorado, que este curso incluirá más de 3.600 acciones (792 más que el pasado) para reforzar principalmente dos ámbitos: la nueva ley educativa y la formación en competencias digitales.
En cuanto al ámbito digital, el objetivo es que el 80 % del profesorado adquiera este curso el nivel intermedio B1 en competencias digitales, según la consejera quien ha indicado que los centros educativos arrancan con más de 80.000 dispositivos informáticos y a lo largo del curso se distribuirán otros 32.800 nuevos dispositivos, con una inversión de 48 millones de euros para este último reparto.
La consejera se ha referido a la "muy alta" tasa de estabilización del profesorado en la región consecuencia de la oferta de empleo público que se viene convocando desde 2016 y ha citado que han sido 5.030 plazas las ofertadas desde entonces a las que se unirán las oposiciones y el concurso extraordinario de méritos previsto para este curso con otras 1.000 plazas.
La nueva ley educativa establece un nuevo tipo de bachillerato, el Bachillerato General, que se va a ofertar en Castilla-La Mancha en 51 centros con el objetivo de que pueda estudiarse en todas las comarcas.
Otros retos que ha fijado la consejera para este curso 2022-2023 son la Formación Profesional, la inclusión educativa, la digitalización, continuar con las mejoras del profesorado y seguir con la inversión en infraestructuras y ahorro energético.
Respecto a la Formación Profesional, el total de ciclos que oferta Castilla-La Mancha asciende a 979 incluyendo presencial, a distancia y modulares con más de 53.000 plazas
Respuesta al fondo económico que solicita el PP
A preguntas de los periodistas sobre la petición del presidente del PP de Castilla-La Mancha, Paco Núñez, de que se establezca un fondo económico de hasta 200 euros para familias con mayores dificultades para garantizar el comienzo del curso, la consejera ha opinado que Núñez no conoce las líneas de ayudas que tiene el Gobierno regional y ha defendido dirigir las ayudas a quienes más lo necesitan y no a rentas altas como, ha dicho, está haciendo la Comunidad de Madrid.
En este sentido, ha señalado que el umbral de renta se ha modificado para llegar a más familias, de modo que hay un 10 % más de becas comedor este curso (18.812) y un 16 % más de ayudas a material escolar y libros de texto (64.896).