Al Socuéllamos se le escapan tras el descanso las opciones de puntuar ante el Melilla
Al Socuéllamos se le escaparon las opciones de puntuar en el comienzo de una segunda mitad que tiró por la borda su gran trabajo de la primera parte. Y es que un penalti y una expulsión impidió a los azulones sumar ante un Melilla que salió vencedor del Paquito Giménez a pesar del buen hacer los locales.
El choque comenzó con un Socuéllamos, eso sí, mostrando muy buen tono. No en vano, fueron los azulones los que tuvieron más acercamientos sobre la portería contraria, aunque sin la precisión necesaria como para hacer temblar a la zaga encargada de defender los dominios de Gálvez. Y es que los centros de Kike Domínguez fueron bien contrarrestados por una defensa que sólo permitió un disparo a Pepe Delgado, cuyo destino fue el cielo.
Tardó en dar sensación de peligro el Melilla en ataque, pero lo hizo con un aviso serio. Fue Borja Díaz el que los firmó a la salida de una falta frontal muy cerca del área y que Javi Sánchez tuvo que repeler como pudo ante la potencia del lanzamiento. La respuesta de los socuellaminos fue inmediata y muy clara, puesto que Megías ejecutó un cabezazo perfecto a la escuadra que sólo el vuelo interminable de Gálvez pudo despejar.
El partido estaba bonito y se pudo abrir en el tramo final de la primera parte. Ambos equipos tuvieron la opción de hacerlo, pero Javi Sánchez le negó el tanto a Borja Díaz y posteriormente fue Lara el que pudo marcar. En este último caso, sólo el larguero impidió que se inaugurara el marcador en favor de los locales.
Mal reinicio
En la segunda mitad, las cosas comenzaron muy mal para un Socuéllamos que vio cómo el partido se le torcía en apenas tres minutos. Fueron los que tardó el Melilla en montar una jugada en la que Molina acabó cabeceando. Según el colegiado, la pelota tocó en la mano de Berruezo, por lo que decretó la pena máxima y le mostró la segunda amarilla al defensor azulón. Borja Díaz no perdonó desde los once metros y estableció el 0-1 en el marcador.
Pasó entonces el Socuéllamos a intentarlo de forma más insistente, pero el Melilla se sentía cómodo defendiendo y buscando una sentencia que pudo llegar en el minuto 78, cuando Agus remató a gol, pero en posición antirreglamentaria, una falta lateral de los norteafricanos.
El duelo se empezó a calentar y las interrupciones, que se iban sucediendo, no beneficiaban a los locales, que lo buscaban a balón parado. Sin embargo, la falta de acierto ante una defensa muy ordenada acabó impidiendo a los ciudadrealeños sacar algo positivo en su feudo.