Era una misión casi imposible y se quedaron sin cumplir el sueño. Ni Irene Sánchez-Escribano ni María José Pérez pudieron meterse en la final de los 3.000 metros obstáculos en el Mundial de Londres. La calidad de las atletas y la lluvia impidieron que accedieran a la carrera por las medallas, pero también acabaron con sus opciones de mejorar sus marcas a pesar de que, sobre todo en el caso de la toledana, ofreció un gran rendimiento.

La que más cerca estuvo de conseguir al menos el objetivo de bajar su registro fue Irene Sánchez-Escribano. Estuvo cerca de su tiempo de 9.40, pero los 9.46 que marcó en la meta no fueron suficientes. La toledana corrió bien a pesar de que la salida fue lenta en su serie. Pasaron por los primeros 1.000 metros en 3.18 y ya se atisbaba que tendría complicado acceder por tiempos.

Aún así, siempre se mostró en la cabeza y pasó por fuera los obstáculos para evitar tropiezos. Llegó a la última vuelta con las mejores pero ahí no pudo cambiar y acabó en una meritoria sexta posición.

Por lo que se refiere a María José Pérez, su serie fue algo más rápida que la de Irene Sánchez Escribano. Sin embargo, la ciudadrealeña no se encontró bien en ningún momento y desde el inicio se dejó ver en puestos muy retrasados. Pronto perdió comba con el grupo principal y acabó con un tiempo de 10. 01, alejada de los 9.40 que es capaz de firmar en plenitud de condiciones.

Distintas sensaciones

Al término de sus carreras, las atletas regionales dejaron ver las diferentes sensaciones que les dejaron. Para Irene Sánchez-Escribano la clave estuvo en que "salimos muy lentas". La toledana era consciente tras el paso por el primer tercio de la carrera que iba a tener complicado acceder por tiempo y aguantó entre las mejores hasta el tramo decisivo. Sin embargo, reconoció que para esos últimos metros sus rivales tenían "un final que no lo puedo alcanzar".

Por su parte, María José Pérez afrontó con sinceridad su actuación al indicar que "desde el primer momento no he entrado caliente; he empezado lenta y no he sido capaz de cambiar". La ciudadrealeña admite que para ella "es el peor registro de la temporada" y, en una campaña marcada por los problemas físicos, no quiso refugiarse en ellos para justificarse. "No ha sido culpa del sacro", sentenció.