Un informe del BBVA prevé que Castilla-La Mancha creará 48.000 empleos en dos años
La economía de Castilla-La Mancha crecerá un 2,8 por ciento este año y un 2,6 por ciento en 2019, lo que permitiría crear 48.000 empleos en los dos ejercicios y reducir la tasa de paro a un entorno del 15 %, aunque la contratación temporal será siendo elevada, según las previsiones de BBVA Research. El economista jefe para España de BBVA Research, Miguel Cardoso, y el director territorial centro de la entidad, Juan Carlos Hidalgo, han presentado este martes en Toledo el informe 'Situación Castilla-La Mancha' de BBVA Research.
Pese a las previsiones de crecimiento de la economía de Castilla-La Mancha, sigue habiendo retos "importantes" como la elevada tasa de paro, que aún bajando al entorno del 15 % sigue siendo elevado y, además, tiene una alta tasa de temporalidad y un índice superior al 20 % de desempleo de larga duración.
A diferencia de los años anteriores, en la recuperación de la economía se observan ahora "riesgos" como el impacto del precio del petróleo en las exportaciones y la incertidumbre política económica relacionada con la situación en Cataluña. De hecho, la economía de Castilla-La Mancha podría haber crecido dos décimas más en una situación sin la incertidumbre relacionada con Cataluña, ha explicado Cardoso.
Según este informe, la economía de Castilla-La Mancha alcanzará un crecimiento sólido del Producto Interior Bruto (PIB) de un 2,8 por ciento en 2018 y un 2,6 por ciento en 2019, de manera que si se cumple este escenario, entre el final de 2017 y el de 2019, se podrían crear unos 48.000 puestos de trabajo -24.000 al año- y reducir la tasa de paro hasta el 14,8 por ciento al final de este periodo.
En cuanto al tipo de trabajo que se podría crear, ha dicho que afectan factores como la desigualdad salarial, que tiene que ver con las horas de trabajo en España, además de la "elevada" ciclicidad de la tasa de paro, que hace que la gente "trabaje mucho en momentos específicos del año" y luego no trabaje durante otros períodos. Cardoso ha puesto de manifiesto que la contratación temporal está "relativamente más presente" en España que en el resto de Europa.
Crecimiento acelerado
El economista ha destacado que la región tendrá un crecimiento acelerado al 2,8 por ciento en 2018 y que continuará "relativamente sólido" en 2019 con un 2,6 por ciento, un crecimiento que "esconde" una "cierta heterogeneidad dentro de una región bastante grande". Según ha afirmado, se ha recuperado alrededor de un 60 por ciento del empleo perdido durante la crisis. En este sentido, ha dicho que Toledo, Guadalajara y Cuenca "han tenido un paso por la crisis algo menos intenso", ya que la destrucción de empleo "fue menos intensa que en otras áreas de la Comunidad Autónoma", con una "recuperación algo más intensa".
Esto estaría en "contraposición" con las áreas rurales, donde la recuperación es "más lenta", como consecuencia de la dependencia a sectores que han sido afectados por el ajuste durante la crisis, como el sector de la construcción. En el informe se pone de manifiesto que las exportaciones van a continuar aumentando por encima del PIB, "intensificando" el modelo productivo económico de Castilla-La Mancha y "aportando al crecimiento".
Cardoso ha indicado que el aumento de la incertidumbre política en Cataluña ha supuesto una "desaceleración", ya que ha tenido un efecto "negativo" sobre su capacidad de crecimiento. En este sentido ha dicho que Cataluña es una parte "importante" de la demanda interna española, lo que ha supuesto una reducción de la capacidad de crecimiento de las empresas castellano-manchegas.
Podría ser más sin la crisis catalana
El economista de BBVA ha aseverado que Castilla-La Mancha podría haber crecido dos décimas más si no se hubiera producido la crisis catalana, ya que este conflicto ha supuesto una "disminución importante y atípica en la economía catalana". Según el informe, esta evolución de la economía castellano-manchega se debe al "buen comportamiento" del consumo privado y se produce a pesar de la desaceleración de la inversión en bienes de equipo y las exportaciones que "mantienen un tono favorable".
A preguntas de los medios, Cardoso ha indicado que los desequilibrios económicos de Castilla-La Mancha como el elevado déficit público, el elevado endeudamiento de empresas y familias o los desequilibrios que se acumulaban en sectores como el de la construcción "se han ido reduciendo" conforme empresas, familias y sector público "han ido ajustando sus niveles de gasto".
En este sentido ha destacado que hay otros desequilibrios "que siguen siendo elevados" como la tasa de paro de la región, ya que llega a cerca del 15 por ciento. En cuanto al sector exportador de la región, el economista de BBVA ha indicado que en 2008 este sector pesaba en torno a un 8-9 por ciento, siendo actualmente su peso de un 18 por ciento del PIB, algo que si se sumara el sector turístico llegaría al 20 por ciento.
El informe destaca que hay señales de desaceleración que suponen "exigentes" retos a medio plazo para la economía regional, ya que el incremento de la demanda interna "podría ser menor que en años anteriores". Esta desaceleración se explica por el agotamiento del empuje ligado a la "demanda embalsada" durante la crisis, la pérdida de tracción de los vientos de cola y la normalización progresiva de la política monetaria.