Castilla-La Mancha se situó como la decimocuarta región más competitiva del conjunto de España en el año 2018, aunque presentando una tendencia de ascenso intenso, según el 'Informe de la competitividad regional en España 2019' editado por el Consejo General de Economistas (ECG). En cuanto a los valores que determinan el Índice de Competencia Regional (Icreg) determinado por el CGE, Castilla-La Mancha se situó en el puesto número 13 en cuanto al entorno económico, con una tendencia de ascenso intensa; en el 14 en el apartado de mercado de trabajo, con una tendencia de ascenso moderado; en la posición 15 en capital humano, aunque con tendencia de ascenso intenso; y en el puesto 14 en entorno institucional, con una tendencia de ascenso intenso.
La competitividad promedio de las comunidades autónomas aumentó un 5,2% en 2018 respecto al ejercicio anterior, y la Comunidad de Madrid, Navarra y País Vasco repitieron como las regiones más competitivas de España, según el Consejo General de Economistas (CGE), que constata que la crisis institucional y la incertidumbre hacen "mella" en la competitividad de Cataluña, al resentirse el crecimiento, la inversión extranjera y el clima empresarial, y advierte de que la situación podría "enquistarse". Castilla-La Mancha está entre las comunidades menos competitivas, aunque con un crecimiento intenso.
Así se desprende del 'Informe de la competitividad Regional en España 2019', editado por el CGE y presentado este martes por el presidente del consejo, Valentín Pich, quien ha vaticinado un impacto de la "compleja" situación institucional actual en los datos de 2019, dada la falta de administradores públicos que gestionen de manera "eficiente", algo que tiene "efectos directos", puesto que se encargan de gestionar el 40% del PIB y de establecer las "reglas de juego" del marco legal.
El índice de competitividad regional (Icreg) de 2018, que se obtiene a partir de 53 variables que se agrupan en siete ejes competitivos (entorno económico, mercado de trabajo, capital humano, entorno institucional, infraestructuras básicas, entorno empresarial e innovación), refleja que en 2018 la competitividad promedio de todas las comunidades autónomas creció un 5,2% respecto al año previo.
El coordinador del Icreg, Patricio Rosas, ha explicado que los dos ejes competitivos que más contribuyeron al crecimiento de la competitividad fueron el relativo al mercado de trabajo, por la mejora de la tasa de paro, y al capital humano, con aumentos en todas las regiones.
Por el contrario, el entorno institucional, la eficiencia empresarial y el entorno económico, aunque crecen lo hacen por debajo de la media. Además, hay seis regiones que descienden en esos ejes, con un peor comportamiento en variables como la variación real del PIB o la inversión extranjera directa. En esta evolución del Icreg de 2018 no han tenido impacto las tensiones comerciales, según Sánchez de la Vega.
Castilla-La Mancha, en el grupo de cola pero al alza
La Comunidad de Madrid, Navarra y País Vasco fueron las CC.AA. más competitivas de nuevo, integrando el grupo de competitividad relativa alta, aunque Navarra ha adelantado a la región vasca por el peor comportamiento derivado del menor crecimiento económico y de productividad y una menor inversión extranjera.
En el grupo de competitividad relativa media-alta se sitúan Cataluña y Aragón, mientras que en el medio-bajo figuran La Rioja, Castilla y León, Galicia, que sube dos puestos, Asturias, que baja uno, Cantabria y Comunidad Valenciana. De su lado, en el nivel bajo, y por tanto las regiones con menor competitividad, se sitúan Murcia, Islas Baleares, Castilla-La Mancha, Canarias, Andalucía y Extremadura.
Rosas ha indicado que se confirma la existencia del "triángulo competitivo", formado por Comunidad de Madrid, Cataluña y País Vasco, si bien dos de los vértices muestran síntomas de cierta debilidad en 2018, como se refleja en la "atonía" de Cataluña y País Vasco.
No obstante, las regiones en las que más aumentó el Icreg fueron Extremadura y Castilla-La Mancha, que presentaron un "fuerte dinamismo" en términos competitivos el año pasado, y la competitividad creció de forma moderada, pero por encima de la media, en Andalucía, Aragón, Islas Baleares, Canarias, Galicia, Comunidad de Madrid y Navarra.
En cambio, el dinamismo fue leve en Asturias, Comunidad Valenciana, Cantabria y Castilla y León, y se estancó en Cataluña, Murcia, País Vasco y La Rioja.
En concreto, Castilla-La Mancha se situó como la decimocuarta región más competitiva del conjunto de España en el año 2018, aunque presentando una tendencia de ascenso intenso, según el 'Informe de la competitividad regional en España 2019' editado por el Consejo General de Economistas (ECG).
En cuanto a los valores que determinan el Índice de Competencia Regional (Icreg) determinado por el CGE, Castilla-La Mancha se situó en el puesto número 13 en cuanto al entorno económico, con una tendencia de ascenso intensa; en el 14 en el apartado de mercado de trabajo, con una tendencia de ascenso moderado; en la posición 15 en capital humano, aunque con tendencia de ascenso intenso; y en el puesto 14 en entorno institucional, con una tendencia de ascenso intenso.
Además, la Comunidad Autónoma se colocó en la posición 15 en infraestructuras básicas, con una tendencia sin cambios; en el puesto 16 en eficiencia empresarial, con tendencia descendente; y en el puesto 13 en innovación, con una tendencia de ascenso moderado.
En cuanto a la evolución con respecto a 2017, fue superior a la media nacional en la mayoría de los aspectos considerados por el CGE. De esta manera, el Consejo General de Economistas cifró en el 1,86% el ascenso de los precios, por el 1,68% de la media española; la evolución de los ocupados fue del 2,32%, por el 2,14% nacional; y la productividad real se incrementó un 0,54%, por el 0,41% de la media.
Asimismo, el PIB real subió un 2,87%, por un 2,56% de la media del país; el PIB per cápita tuvo una evolución del 3,11%, por el 2,23% de la media; y la población descendió un 0,23%, frente al incremento del 0,32% a nivel nacional. Por todo ello, desde el CGE han concluido que "a pesar del intenso dinamismo competitivo que sigue mostrando Castilla-La Mancha", la región "sigue posicionada en el grupo de nivel competitivo relativo bajo", destacando además que el único ámbito que se deteriora es el de la eficiencia empresarial.
Crisis en Cataluña
El director técnico del Icreg, José Carlos Sánchez de la Vega, ha indicado sobre Cataluña que el clima de crisis institucional y la "creciente incertidumbre" empiezan a hacer "mella" en la competitividad de la región, ya que tanto el crecimiento económico, como la inversión extranjera o el clima empresarial comienzan a resentirse, si bien los indicadores empleados del año 2018 no reflejan los recientes episodios registrados a raíz de la sentencia del Tribunal Supremo.
De hecho, los economistas constatan "cierto desplazamiento" del llamado "triángulo competitivo" en términos de inversión extranjera directa, ya que Cataluña y País Vasco son dos de las regiones con descenso más significativo, frente a Navarra y Madrid, dos de las CCAA beneficiarias por dicho comportamiento. Esto podría deberse a que Navarra y Madrid estén absorbiendo inversiones con un destino inicial en la región catalana o la vasca, ha apuntado.
Sánchez de la Vega ha advertido de que mientras el peor comportamiento de competitividad en País Vasco puede ser "pasajero", en Cataluña podría "enquistarse" y tener un "efecto arrastre negativo" sobre el conjunto de la economía española y sobre ciertas regiones. En este sentido, el presidente del Club de Exportadores, Antonio Bonet, también ha vaticinado que la pérdida de competitividad podría perpetuarse en Cataluña, ya que cuando se registra una bajada del índice "los efectos se notan al año siguiente y los sucesivos".