El informe 'Situación Castilla-La Mancha 2024' de BBVA Research estima que este año el Producto Interior Bruto (PIB) crecerá un 1,3 % y que el crecimiento se elevará hasta el 2,7 % en 2025, superando el siguiente año el aumento del PIB promedio de los últimos 25 años. De cumplirse estas previsiones, la tasa de paro se reduciría hasta el 12,2 % y se podrían crear 42.000 nuevos empleos en el conjunto de 2024 y 2025.
El informe, presentado este miércoles por Miguel Cardoso, economista jefe de BBVA Research para España, y Juan Carlos Hidalgo, director territorial centro de BBVA, señala que la economía castellano-manchega se ha comportado como se esperaba y cerró 2023 con un aumento del PIB del 2 % --cuatro décimas menos que la media española--, afectada "negativamente" por el comportamiento del sector agroalimentario y el impacto que ha tenido la sequía.
A esto hay que añadir, según BBVA, que los datos del segundo semestre de 2023 mostraron un "debilitamiento" por el menor dinamismo de la demanda externa, el encarecimiento de la energía, los altos tipos de interés y la pérdida de impulso generalizado entre sectores como el comercio o las manufacturas --"que habían impulsado la afiliación en el primer semestre en la comunidad"-- y el sector público. Este destaca "por haber pasado de aportar el 40 % del aumento del empleo en el primer semestre de 2023, al ser la rama de actividad que contribuye a la desaceleración en el segundo semestre".
Según recoge el informe, la concentración de la actividad industrial y comercial ayudaron a que se observara un comportamiento "más favorable" en las áreas urbanas de Toledo y Guadalajara. Con todo el empleo aumentó un 2,3 % en la región y su tasa de paro se situó en el 13,1 %. Sin embargo, la falta de mano de obra, junto a un problema de relevo generacional en corto y medio plazo, "parecen estar restringiendo el crecimiento en algunos sectores".
Según asegura el documento del BBVA, la industria continuó creciendo en el segundo semestre del 2023, a pesar del "débil" crecimiento de la producción de bienes intermedios y del freno del avance en la oferta de bienes de consumo, que habrían restado dinamismo a la actividad. Destaca que el peso de la industria castellano-manchega en el PIB regional ascendió al 19,3 % (15,5 % en España) en 2022. Sin embargo, el 35 % de las ventas corresponden a alimentación y bebidas (22 % en España). De persistir la situación de sequía, según advierte el informe, la industria de la comunidad podría verse impactada por su vinculación con el sector agrario.
En cuanto a las exportaciones, estas cayeron un 3, 8% en 2023, lastradas por la debilidad de la venta de semimanufacturas y de manufacturas de consumo, la entrada en recesión de Alemania y Francia y la pérdida de dinamismo, en general, de la eurozona.
En el sector inmobiliario, la venta de vivienda en la región se redujo --como consecuencia de los elevados tipos de interés-- un 6 % en los once primeros meses de 2023, lo que supone una bajada inferior a la de España (-12,1 %). Los visados de obra nueva mostraron una elevada volatilidad, reduciéndose entre enero y noviembre de 2023 un 3,3 % con respecto al mismo periodo del año anterior.
El turismo resiste en la región gracias al gasto tanto de los turistas españoles como de los extranjeros. El gasto en Castilla-La Mancha de los visitantes españoles (no residentes en la provincia en la que se realiza el gasto) superó en un 56 % los niveles de 2019 y en el segundo semestre --contrariamente a lo visto otros puntos del territorio-- no se desaceleró de forma perceptible. Por otro lado, el gasto de los castellanomanchegos, sobre todo en el extranjero, se mostró menos dinámico en 2023.
Avance del crecimiento en 2024
BBVA Research prevé que la economía castellano-manchega modere su crecimiento en 2024 y que este se sitúe alrededor del 1,3 % (0,1 puntos porcentuales por debajo de la media de España). Esta moderación se debe, según el informe, a que los hogares y las empresas resienten el incremento de los tipos de interés, el aumento en los precios de insumos y de la cesta de la compra, la incertidumbre geopolítica y de política económica, las restricciones de oferta, además de la desaceleración de la eurozona.
El sector agroalimentario sufre los efectos de una sequía que ya tuvo un impacto diferencial en la región en 2022, cuando el VAB agrario se redujo con fuerza, restando 1,6 puntos al crecimiento del PIB regional. A pesar de que las últimas lluvias en Castilla-La Mancha apuntan a que la sequía podría comenzar a corregirse, "la incertidumbre sigue siendo elevada". En cambio, la resiliencia de la producción de bienes de equipo y de energía y la construcción no residencial podrían llevar a un crecimiento mayor durante este año.
Además, el servicio de estudios de BBVA prevé un crecimiento del PIB de Castilla-La Mancha del 2,7 % en 2025 (0,2 puntos porcentuales por encima de la media de España), superando el aumento del PIB promedio de los últimos 25 años.
Según el BBVA, el avance de la economía en la comunidad mejorará por la caída en el precio de los combustibles y de la inflación, que a su vez facilitará una reducción de los tipos de interés. Todo ello, según asegura, impulsará la competitividad de las empresas y ayudará a los hogares a recuperar poder adquisitivo.
Además, la mejora del contexto vendrá con una progresiva mejora de la demanda europea, lo que favorecerá las exportaciones. De cumplirse estas previsiones, la tasa de paro se reducirá hasta el 12,2 % el siguiente año y se pueden crear 42.000 nuevos empleos en el conjunto de 2024 y 2025.
Factores de incertidumbre
Según el documento del BBVA, el escenario previsto para los próximos trimestres podría verse afectado por un estancamiento de la economía de los principales países de la Unión Europea, que supondría un obstáculo para las empresas castellanomanchegas, sobre todo para aquellas más orientadas a las exportaciones de bienes. Además, de no revertirse las condiciones climáticas, la sequía podría extender sus impactos desde el sector agrario hacia otros como el turismo.
En materia fiscal, BBVA Research ve necesario avanzar en un proceso de consolidación de las cuentas autonómicas al mismo tiempo que se garantiza la provisión de servicios públicos.
Aunque el crecimiento del gasto en Castilla-La Mancha se mantuvo contenido en 2023 --y el déficit hasta noviembre se redujo al 0,6 % del PIB regional (la mitad del registrado hasta noviembre del año anterior)--, los ingresos autonómicos no habrían recuperado el dinamismo de años anteriores.
La deuda de Castilla-La Mancha se situó al cierre del tercer trimestre de 2023 en el 31,5 % del PIB regional (15.688 millones de euros). En este contexto, el servicio de estudios de BBVA Research considera que la Comunidad deberá reforzar la generación de saldos primarios positivos para garantizar la sostenibilidad de la deuda.
Por otro lado, afirma, la falta de capital humano debe ser resuelta incrementando los recursos dedicados a la formación de parados, mejorando su eficiencia y colaborando con las empresas.