Alertan de un descenso del 40 por ciento en la cosecha de cereales en Castilla-La Mancha
Cooperativas Agro-alimentarias Castilla-La Mancha prevé que la cosecha de cereales será un 40 por ciento inferior a la de la pasada campaña, en que se alcanzaron cerca de 4,4 millones de toneladas.
La Comisión Sectorial de Cultivos Herbáceos de Cooperativas Agro-alimentarias ha atribuido este descenso a la producción récord de la pasada campaña y a la escasez de lluvias en los periodos críticos del cultivo, según ha informado la organización cooperativa en nota de prensa.
No obstante, ha constatado que la campaña apenas se ha iniciado en la zona más meridional de la región y se han obtenido resultados, hasta la fecha, mejor de lo esperado.
Aun así, tomando como referencia el balance de los 10 últimos años, la producción actual podría rondar la media y, además, se ha advertido una mayor reducción de los rendimientos en las zonas situadas al norte de Castilla-La Mancha y mejores resultados en las zonas del sur.
Por provincias
Por provincias, en Cuenca se estiman resultados dispares dependiendo de las comarcas, según Cooperativas, que ha recordado que la producción media de cebada se sitúa entre los 1.500-2.000 kilos por hectárea.
En Guadalajara, la provincia más tardía en siembra y donde más ha afectado la sequía, las primeras prospecciones arrojan una producción inferior a los 2.000 kilos por hectárea.
A su vez, en Albacete la situación es similar a la de Cuenca, aunque las precipitaciones han favorecido algo más a esta provincia, elevando la media estimada a 1.800 kilos por hectárea, mientras que en Toledo, provincia en la que apenas ha llovido, la estimación se sitúa por debajo de los 1.500 kilos por hectárea.
Por el contrario, en la provincia de Ciudad Real se están obteniendo unos resultados superiores a la media en gran parte de las comarcas, ya que en algunas zonas ha llovido entre 40 y 50 litros en los periodos críticos.
Impulsores del mercado
Por lo que respecta al mercado, las condiciones meteorológicas y los últimos movimientos de la moneda (devaluaciones en grandes países exportadores), han sido los principales impulsores del mercado en el ámbito mundial.
El trigo se ha caracterizado por un final de campaña presionado por las elevadas existencias en Estados Unidos, Rusia y Australia, evitando riesgos por escasez del suministro.
Sin embargo, las previsiones iniciales en el balance 2017/2018 hablan de ligeras caídas de existencias en parte de los grandes países exportadores, lo que conllevaría un saneamiento del mercado.
El balance equilibrado en la cebada señala precios sin grandes fluctuaciones para la nueva campaña, pero podrían subir ligeramente en vez de ir a la baja y verse arrastrados por las cotizaciones del Mar Negro y la presión de salida durante el verano.
En el maíz, una vez finalice el verano y la cosecha esté asegurada, las existencias de final de campaña y la oferta de la nueva de maíz y trigo, podrían influir sobre los precios y arrastrar a la baja las cotizaciones europeas para impedir que la importación de países terceros sea demasiado elevada.