Oleada de robos en el campo toledano durante la noche y a la hora de la siesta
La Asociación Agraria de Jóvenes Agricultores (ASAJA) de Toledo ha pedido a la Delegación del Gobierno en Castilla-La Mancha la intensificación de la vigilancia de la Guardería Rural de la Guardia Civil en la zona de La Puebla de Almoradiel y Corral de Almaguer, ante los robos en explotaciones agrícolas que se han sucediendo durante las últimas semanas.
Aprovechando que ha comenzado la temporada de riego, el objetivo de los ladrones son las explotaciones vitícolas de las que sustraen grupos electrógenos, motobombas y gomas de riego. Hasta la fecha, se han sustraído varios motores, motobombas y 7.000 metros de goma destinada a regadío. Los robos se están produciendo de madrugada y durante las horas de la siesta, coincidiendo con los momentos de menor actividad en el campo, razón por la cual los agricultores de la localidad han decidido vigilar sus explotaciones durante todo el día.
Los daños económicos son cuantiosos, pues hay que tener en cuenta que un motor de riego cuesta entre 5.000 y 6.000 euros, mientras que el coste de las gomas de riego sustraídas ronda los 900 euros. A estas cifras hay que añadir, además, las pérdidas que sufrirán los agricultores como consecuencia de la merma en la produccion que puede ocasionar la falta de riego hasta que se compre y reponga el equipo necesario. En este sentido, los agricultores afectados han transmitido a ASAJA de Toledo que las altas temperaturas y la falta de agua frenarán el crecimiento de los racimos de uva, lo que puede repercutir negativamente en la cosecha final.
Estudian contratar vigilantes privados
Ante esta situación, los agricultores de la zona afectada están planteándose recurrir a la contratación de empresas de seguridad privadas. No obstante, ASAJA de Toledo ya se ha puesto en contacto con la Subdelegación del Gobierno, que ha transmitido a esta organización agraria ser conscientes de la problemática que hay.
ASAJA confía en que se tomen las medidas oportunas para incrementar la seguridad en el medio rural, y que los productores no tengan que sumar a las pérdidas ocasionadas por los robos el coste de una seguridad privada. Un gasto añadido que agravaría la situación que atraviesa el sector agrícola toledano, castigado por la sequía y otras adversidades climáticas como las tormentas.
ASAJA de Toledo insta a los agricultores a denunciar siempre, independientemente del valor de lo sustraído, y a incluir en las denuncias no solo el valor de lo robado sino también una estimación de los daños y perjuicios ocasionados. Así mismo, esta organización agraria incide en la importancia de seguir las recomendaciones de la Guardia Civil: anotar la numeración de la maquinaria y equipos robados; no dejar visible nada de valor; anotar las matrículas de vehículos sospechosos e informar de su presencia y, en caso de robo, no tocar nada y llamar al 062.