Radical propuesta de Asaja desde Castilla-La Mancha para evitar una "tragedia" en el sector del vino
Asaja de Castilla-La Mancha ha abogado este viernes porque se retiren del mercado en torno a 10 millones de hectolitros de vino, a través de una nueva destilación de crisis y de medidas sobre el almacenamiento, para evitar una "tragedia" en el sector por los bajos precios y la acumulación de productos.
Así lo han reclamado el presidente y el secretario general de la organización agraria, Fernando Villena y José María Fresneda, respecticamente, en una rueda de prensa de balance de 2020, en la que han advertido que la estimación de cosecha (cuyo plazo de presentación finaliza el domingo) apunta a que en Castilla-La Mancha habrá una producción de entre 28 o 29 millones de hectolitros de los 23-24 millones de hectolitros que se preveían.
Esta cifra supone que en Castilla-La Mancha se va a acumular el 60 por ciento del vino de España, han apuntado los responsables de Asaja, que han sostenido que no es posible que la región acumule este porcentaje y han puesto en duda la forma en la que se ha producido este incremento.
Sospechan que a Castilla-La Mancha ha llegado uva y vino de otras regiones, como forma de dar salida al producto por el descenso en el consumo que ha supuesto la crisis del coronavirus, lo que según Fresneda, pondría de manifiesto que "el fraude sigue tan vivo como siempre o más".
El incremento también se traslada al ámbito nacional, ya que en España se va a pasar de una producción estimada inicialmente de 42,5 millones de hectolitros a en torno a 44 millones de hectolitros, a falta de que este fin de semana se den a conocer todas las estimaciones de cosecha.
Por este motivo, para evitar "una tragedia" en el sector vitivinícola castellanomanchego, han demandado que el Ministerio de Agricultura ponga en marcha medidas de mercado, entre ellas otra destilación de crisis como las de Francia o Italia, por importe de 80 y 60 millones de euros, respectivamente.
En este sentido, Villena ha precisado se necesitaría que se aprobase una destilación de crisis de entre 6 u 8 millones de hectolitros, que se complementaría con otras medidas sobre el almacenamiento de entre 3 o 4 millones de hectolitros.
Según el presidente de Castilla-La Mancha, con los precios actuales no se cubren los precios de producción, y ha afirmado que esto solo se arregla "retirando producto del mercado", porque de otra forma "no se puede salvar un sector que es la columna vertebral" de la agricultura y de muchas empresas de los pueblos de Castilla-La Mancha.
Asimismo, ha dicho que dentro de siete u ocho meses empezará una nueva campaña de vendimia "y el mercado está totalmente parado, con los precios hundidos, y ha manifestado que "esto no se puede aguantar, no puede ser que tengamos más vino que tuvimos en 2013" y es necesario pedir responsabilidades.
Al respecto, los responsables de Asaja han amenazado con llevar a cabo movilizaciones si en enero o febrero no se toman medidas para aliviar la situación del sector, y han avanzado que "saldremos a la calle con covid o sin covid, porque la gente lo está pidiendo".
Fresneda ha apuntado que en enero tiene que aparecer el primer borrador de la ley del Vino de Castilla-La Mancha "y sanciones millonarias para el que no cumpla".
"Tiene que haber una Interprofesional
Está en juego el conjunto de agricultores y viticultores de la región, ha señalado Fresneda, quien ha defendido que "tiene que haber una Interprofesional del Vino en Castilla-La Mancha sin influencias de fuera, en la que estén todos los actores del sector vitivinícola de la región".
A su vez, Villena ha aseverado que la crisis del coronavirus ha sacado a la luz las debilidades del sistema, ya que según ha dicho "tenemos una dependencia, necesitamos que vengan a comprar", y se ha puesto de manifiesto "que así no podemos seguir, que el sistema tiene que cambiar, que no podemos ser el almacén de vino del mundo, que es lo que somos".
A su juicio, es necesario cambiar el modelo, "dejar de hacer depósitos para almacenar el producto y crear empresas que sean capaces de vender donde está el consumo, porque con el vino a granel nunca vamos a conseguir el valor añadido".
Y ha agregado que "Italia no ha bajado los precios de su vino, Francia que tiene un gran problema porque vendía en el resto del mundo, sigue con sus precios, y sin embargo en España y Castilla-La Mancha los precios han bajado a unos niveles que no cumplen lo establecido la Ley de la Cadena Alimentaria, basta ya de hacer más almacenes y pongámonos a vender como han hecho otros".