Una empresa de Toledo hace posible algo muy grande en el Santo Sepulcro de Jerusalén
La empresa La Paloma Cerámicas ubicada en Pantoja (Toledo) ha participado en la restauración del Santo Sepulcro de Jerusalén, cuyas obras finalizaron el pasado mes de marzo tras 10 meses de trabajo y más de seis millones de euros invertidos.
La remodelación estaba dirigida, principalmente, a la restauración del Edículo donde se encuentra la tumba de Jesucristo. Además, se restauraron otras estancias como la Cúpula del Calvario.
Para recrear el aspecto de los ladrillos necesarios para la restauración, desde Jerusalén enviaron a la empresa trozos del ladrillo original a fin de fabricar uno de similares características estéticas, pero mejores condiciones de resistencia.
A través de la mezcla de procesos tradicionales como la obtención del ladrillo a partir de moldes de madera y la tecnología de sus hornos cerámicos, que trabajaron a 1.300 grados centígrados, la empresa fabricó una nueva línea de ladrillos a la que ha llamado 'Jerusalem'.
Las obras estuvieron dirigidas por la profesora de la Universidad Politécnica de Atenas Antonia Moropoulou y se tuvieron que compaginar con la rutina habitual de visitas. Así, los trabajos comenzaban cuando el templo cerraba sus puertas.
Según indica la empresa española, la restauración de la Basílica del Santo Sepulcro "encarna el deseo de anteponer el bien común por encima de las rencillas y diferencias que históricamente han separado a católicos, armenios y griegos ortodoxos", las tres confesiones que custodian la basílica de forma mayoritaria.
Para alcanzar un consenso, según añade, "ha habido que esperar 200 años" y "se ha visto propiciado por las urgentes necesidades que el Edículo que alberga el lugar exacto de la resurrección presentaba".