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Empresas UNA DOCTORA DEL HOSPITAL DE ALBACETE

Una voz autorizada de la región alerta con datos de los peligros de las macrogranjas

16 mayo, 2018 15:13

La médico intensivista del Hospital General de Albacete Ángel Prado ha realizado un informe, titulado 'Riesgos para la salud pública relacionados con la instalación de macrogranjas porcinas', en el que manifiesta que los beneficios que suponen este tipo de instalaciones "en modo alguno superan los perjuicios que suponen".

Prado ha realizado este estudio "ante la oleada de solicitudes de explotaciones industriales de porcino en Castilla-La Mancha" según ha informado Stop Macrogranjas en nota de prensa. En este sentido, el estudio comenta que esta "avalancha" es debida a "los problemas que está causando esta industria en otros países europeos, los cuales han endurecido su legislación con el fin de controlar sus efectos adversos".

Entre sus conclusiones, destaca el problema de la resistencia a los antibióticos, afirmando que "si suministramos antibióticos de forma indiscriminada a los animales destinados al consumo humano, estos animales desarrollaran cepas comensales resistentes a los antibióticos, que posteriormente podrían pasar al ser humano a través de los diferentes productos alimentarios".

El problema generado en el agua por la contaminación de nitratos de los purines, residuos de estas instalaciones, queda patente también en el estudio, ampliamente documentado, subrayando que "publicaciones científicas han identificado la relación entre el tamaño de la cabaña porcina en una zona determinada y las elevadas concentraciones de nitratos en las fuentes locales de agua".

Gases

Los gases generados es otro de los aspectos estudiados, especialmente el amoniaco y el sulfuro de hidrógeno. Según se indica, "España está obligada a introducir en el Registro Estatal de Emisiones y Fuentes Contaminantes aquellos valores que superen el umbral permitido de 10.000 kilos al año".

"En la última década, 2.330 empresas de nuestro país se excedieron en sus emisiones de amoniaco a la atmósfera. De ellas, casi el 94 por ciento eran granjas", continúa el estudio, comentando también que "niveles altos de amoníaco se pueden producir cuando se aplican purines que contienen amoníaco o compuestos de amonio a terrenos agrícolas y de esta manera provocar varios síntomas en función de la concentración, tiempo de permanencia, temperatura ambiente, distancia al foco o susceptibilidad individual".