Se avecina otro varapalo laboral en 67 oficinas bancarias de Castilla-La Mancha
Banco Santander ha comunicado a los sindicatos su intención de recortar un total de 3.713 empleos y suprimir 1.150 oficinas en el marco del Expediente de Regulación de Empleo (ERE) que la entidad acometerá por las duplicidades en la red tras la adquisición de Banco Popular y para abordar los retos de la transformación digital. Esta reestructuración afectará de forma desigual a las 67 sucursales que Santander tiene abiertas en Castilla-La Mancha.
Así lo han informado fuentes sindicales tras la celebración de la segunda reunión de la fase previa de consulta del ERE que ha tenido lugar este martes, en la que el banco ha manifestado su intención de reducir un 11% su plantilla y un 26% sus oficinas en España. La reducción planteada por el banco afectará principalmente a la red comercial (2.847 trabajadores) y a sus estructuras intermedias de apoyo (588 empleos), pero también a los servicios centrales (278).
Respecto a las oficinas, la red comercial de Santander tiene 4.410 sucursales actualmente, de las que 1.566 proceden de Popular. La dirección pretende suprimir un total de 1.150, de las que 929 son de la red universal, 200 de la red universal que pasan a la red de agentes y 21 oficinas de banca privada procedentes de Popular, a excepción de la ubicada en Madrid, que se mantendrá abierta "por criterios comerciales e institucionales". De este modo, las oficinas de empresa de Santander no estarán afectadas por el cierre de sucursales, aunque su plantilla sí entra dentro del cómputo de afectados, debido a las duplicidades por el personal especializado de Popular.
El proceso no se iniciará antes de que finalice la integración tecnológica entre Santander y Popular, prevista para el próximo mes de julio. Así, ven probable que el acuerdo se cierre entre mayo y junio para comenzar a ejecutarse después del verano, y la dirección sí ha trasladado que todas las oficinas afectadas para su cierre lo estarán en diciembre de 2019. En la primera reunión, que tuvo lugar la semana pasada, la dirección del banco trasladó que el procedimiento se articulará siguiendo el artículo 12 del convenio colectivo de banca, que recoge los criterios y procedimientos en procesos de reordenación a través de medidas de flexibilidad interna y acuerdos negociados con los sindicatos.
Los sindicatos tratarán de rebajar las cifras
Durante el encuentro también se ha fijado la composición de la comisión representativa por parte de la representación de los trabajadores, en la que CC.OO. contará con cinco integrantes del total de trece. El sindicato mayoritario considera que la cifra de puestos de trabajo que la dirección pretende suprimir está "sobredimensionada" y es "altamente preocupante", a la vez que ha advertido del riesgo de exclusión financiera que puede provocar dicho cierre de oficinas. Por ello, su primer objetivo será tratar de reducir las cifras planteadas por el banco. Además, CC.OO. exigirá en la negociación, que se abre a partir de este martes, que el Santander renuncie a cualquier tipo de medidas de naturaleza traumática, primando la voluntariedad en las adscripciones con una dotación suficiente de recursos para ello.
En la misma línea, UGT apuesta por un plan de prejubilaciones que se pueda mantener en el tiempo y también ha propuesto reducir la cifra global, por considerarla "excesiva". "Si tenemos en cuenta que la media de empleados por oficina en Banco Santander y Popular es de cuatro (...), supondría la salida de casi el 100% de la plantilla de esas oficinas que cierran y, por tanto, ya no es solamente un problema en cuanto a la empleabilidad, sino también un notable incremento de trabajo en las oficinas que absorben el negocio", ha advertido.