El proyecto para instalar una gran planta de hidrógeno verde en Guadalajara, presentado este lunes en Toledo por el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y el presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, junto a los presidentes de Iberdrola y Cummins, Ignacio Sánchez Galán y Tom Linebarger, ha provocado un claro malestar en algunos sectores del País Vasco, donde el proyecto que irá a Castilla-La Mancha era muy esperado. La planta de Iberdrola y Cummins funcionará en 2023, tendrá una inversión inicial de 60 millones de euros y creará 350 empleos.
Los medios de comunicación del País Vasco se han tomado la ubicación de este proyecto en Castilla-La Mancha como un fracaso, tal como ha contado La Crónica de Guadalajara.La fábrica de hidrógeno verde tenía “novios” en Euskadi, según se confirma ahora, donde además ya se habían estudiado varias ubicaciones. Finalmente, sin embargo, el proyecto se instalará en Guadalajara y eso ha creado ampollas en algunos sectores de Euskadi, donde se ha por perdido un "proyecto estrella" que creará riqueza y empleo.
El desengaño vasco tiene fundamento, según explica La Crónica. Iberdrola, al parecer, había llegado a crear una empresa conjunta, llamada Iberlayzer, para afincar el proyecto en tierras vascas. La empresa que preside Sánchez Galániba de la mano de Ingeteam a la búsqueda del necesario apoyo del Gobierno vasco, que parece no haber sido suficiente. Ni siquiera las ventajas fiscales de las respectivas haciendas forales han sido suficientes para evitar que la decisión final apuntara a Castilla-La Mancha. La portada de este martes de El Correo es especialmente significativa en este sentido.
Este martes, la propia Tapia aseguraba queCummins ha primado las mayores ayudas a fondo perdido que puede recibir en Guadalajara por ser zona desfavorecida para ubicar su planta de electrolizadores, algo en lo que Euskadi no puede competir.
Ha indicado por una parte que la compañía finalmente ha optado por una zona más próxima a su oficina central en Madrid y por un territorio catalogado como zona desfavorecida, donde las subvenciones a fondo perdido le resultan más favorables que las que se pueden proporcionar desde Euskadi.
Ha explicado que el Gobierno Vasco elaboró con la Diputación de Bizkaia una propuesta centrada en ayudas y beneficios fiscales, en programas de subvenciones de I+D+i y en las subvenciones a fondo perdido que en el caso de Euskadi podrían llegar a un 10 % de la inversión y en Guadalajara al 25 % por ser zona desfavorecida.
También ha dicho que el Ejecutivo autonómico propuso a la compañía que el suelo donde se edificaría la planta y su construcción corrieran a cargo del Gobierno Vasco y que esa aportación en especie en suelo y edificio sería su participación en el capital de la nueva empresa.
La consejera ha dicho que Euskadi puede competir a nivel tecnológico, en ayudas y en la participación del propio Gobierno pero ha explicado que el inversor americano ha puesto el foco y su principal razón en las ayudas a fondo perdido, más beneficiosas en Guadalajara, y no ha querido al Gobierno Vasco como socio en el capital, por lo que no ha sido posible.
Ha reconocido que hubiera querido que esa inversión recalara en Euskadi y ha dicho desconocer también qué otras ayudas ha podido recibir del Ejecutivo central.
Tapia ha dicho que continuarán trabajando con Iberdrola en el desarrollo de la "Y vasca del hidrógeno verde" y ha dicho que se van a centrar en dotar a ese proyecto de una red de proveedores locales.
La consejera también ha advertido de que los fondos europeos para el desarrollo de este tipo de proyectos deben utilizarse para iniciativas que tengan carácter transformador, no para favorecer criterios de cohesión territorial.
"A favor del equilibrio y la cohesión territorial sí, pero vamos a utilizar los recursos que vienen de Europa de acuerdo con los criterios que se hayan marcado", ha matizado.
EL DIGITAL CLM ofreció este lunes toda la información sobre este proyecto, anunciado por el presidente García-Page la pasada semana, y acerca de la presentación que tuvo lugar en el Palacio de Fuensalida de Toledo, sede de la Presidencia de Castilla-La Mancha, con la presencia también del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez. El proyecto ha sido muy bien acogido en Castilla-La Mancha por lo que supone de inversión y creación de empleo, especialmente en la provincia de Guadalajara.