El Consejo de Gobierno ha aprobado el anteproyecto de Ley de Cámara de Cuentas de Castilla-La Mancha con el que la región recupera un órgano fiscalizador externo de las finanzas públicas, después de que el anterior ejecutivo del PP suprimiera el Síndico, y con el que busca reforzar el control y la transparencia en el manejo del dinero de todos los castellano-manchegos.
El consejero de Hacienda y Administraciones Públicas, Juan Alfonso Ruiz Molina, ha comparecido en rueda de prensa tras la reunión del Consejo de Gobierno, donde ha explicado que el anteproyecto de ley se enviará ahora al Consejo Consultivo para que emita un dictamen y a continuación, tras su el visto bueno del Gobierno, se remitirá a las Cortes con la previsión de que la ley se pueda aprobar antes de fin de año.
Castilla-La Mancha se volverá a sumar entonces al conjunto de doce comunidades autónomas que tienen un órgano de fiscalización propio.
Ruiz Molina ha indicado que el anteproyecto de ley establece que el control de la Cámara de Cuentas se extiende a todo el sector público regional, esto es: la administración de las Cortes, la Junta de Comunidades, las entidades locales, el Consejo Consultivo y la Universidad de Castilla-La Mancha (UCLM).
Además, ha continuado, podrán estar sujetas a control las personas físicas o jurídicas que reciban subvenciones públicas, las empresas adjudicatarias de contratos públicos y los partidos políticos que hayan recibido subvenciones públicas.
La finalidad, ha dicho, es controlar la actividad económica, financiera y contable, velando por el cumplimiento de los principios de legalidad, eficacia, eficiencia y economía.
La estructura de la Cámara de Cuentas será la siguiente: un presidente, que será elegido por el pleno de las Cortes con mayoría cualificada, que tendrá un mandato de seis años prorrogable otros seis; cuatro auditores como máximo nombrados por la presidencia de este órgano; y una secretaría general.
Estarán sometidos a un régimen muy estricto de incompatibilidades para garantizar la independencia y la objetividad en sus tareas.