Citroën C4 Cactus, una mutación necesaria
Citroën ha querido dar un cambio importante al nuevo C4 Cactus, uno de sus best-sellers que con la llegada de otros crossovers a la marca ha sido reconvertido en berlina y tomará el lugar del C4 en el segmento Hatchback. Además de un giro de marketing y de estética, se trata de un vehículo similar en tamaño y potencia al que encontramos en versiones anteriores, pero con las prioridades muy cambiadas. La marca francesa reposiciona así su modelo, ya que en el segmento de los B-SUV cuenta con el C3 Aircross, que ha cosechado multitud de premios y puede comerle tasa de mercado.
Con los datos vemos que exteriormente no ha sufrido grandes cambios, midiendo un total de 4,17 metros (2 centímetros más que la versión anterior), por lo que en ese sentido (y es de los pocos) no ha supuesto una variación muy drástica. Mantiene su misma plataforma, por lo que la batalla también sigue siendo de 2,60 metros. En cuanto al maletero, tiene una capacidad de 358 litros, así que el espacio está garantizado.
Exteriormente se aprecian diferencias, buscando a un público que prefiere la sobriedad. Renuncia al estilo juvenil y disruptivo de las versiones anteriores, en las que se han podido ver infinidad de guiños al público alternativo, para convertirse en un vehículo más maduro. Los airbumps, una de las señas de identidad de Citroën que se popularizaron en el C4 Cactus, han pasado a una presencia meramente testimonial y las barras del techo ya no son de serie.
En el interior también se ha dado un paso adelante, orientado al confort. Resaltan los nuevos asientos, que han dejado de estar unidos tipo sofá, una de las características que hicieron al C4 Cactus un vehículo único. De hecho, lo destacaron especialmente en su publicidad cuando lanzaron el modelo. Ahora cuentan con espuma de alta intensidad y más grosor, para que los ocupantes ganen en confort. Si han mantenido la guantera cerrada en el salpicadero, lo que ocasiona que el airbag debe reposicionarse en el techo.
También se ha mejorado la insonorización, para evitar ruidos y molestias exteriores , ofreciendo mayor comodidad de marcha. Se ha hecho con cristales de mayor grosor, juntas de estanquidad en las piezas que son susceptibles de abrirse, parabrisas acústico y más material aislante repartido en el techo y el suelo del vehículo. Gracias a todo ello, se aisla mejor del ruido del motor y los agentes externos.
Para la marcha, tiene un gran punto a favor. Han añadido amortiguadores progresivos hidráulicos, que estrenó el C5 Aircross. No han escatimado en gastos, ya que es uno de los apartados en los que Citroën siempre ha llevado la voz cantante entre el resto de marcas. A través de una suspensión conformada por amortiguador, mulle y tope mecánico, el mecanismo monta dos topes hidráulicos a un lado (extensión) y al otro (compresión), para una marcha realmente confortable.
En cuanto a motorizaciones, se ha apostado por lo práctico más que por la diversión: poco consumo y rendimiento suficiente. La oferta está compuesta de tres motores de gasolina y uno diésel, con potencias entre los 82 y los 131 CV. La novedad en la gama es la versión más alta con el motor tricilíndrico, que cuenta con turbocompresor PureTech 130 S&S de gasolina y está asociado a una caja manual de seis velocidades.
En lo que a seguridad se refiere el nuevo C4 Cactus cuenta con un respetable pack de elementos de seguridad activa, destacando el sistema de frenado de emergencia con detección de obstáculos, el reconocimiento de señales de tráfico, la alerta por cambio involuntario de carril, el aviso de obstáculos en el ángulo muerto o el asistente de aparcamiento semiautomático que detecta una plaza y maniobra el volante sin intervención del conductor.
El nuevo Citroën C4 Cactus llega a los concesionarios el 5 de marzo por un precio base de 14.900 euros. que con descuentos presenta un desde de apenas 13.000.