Porsche 911 Speedster, ¿un capricho demasiado exclusivo?
La razón de ser de un vehículo como este Porsche 911 Speedster es la diferenciación. En un mercado tan globalizado disponer de un automóvil prácticamente único dados los niveles de producción de que hablamos será el verdadero lujo para sus afortunados propietarios. El aspecto más reconocible es su doble “joroba” externa bajo la que se esconde la capota de lona con la que este descapotable biplaza se cubre, y en sus entrañas Porsche ha montado todos los elementos necesarios para hacerlo un superdeportivo.
Monta un propulsor gasolina atmosférico de cuatro litros con 510CV y transmisión manual GT de seis velocidades. Esta caja dispone de una función automática de “punta-tacón”, denominada auto-blip, que se puede activar y desactivar a voluntad, independientemente del programa de amortiguación elegido a través del PASM (Porsche Active Suspension Management). Comparado con el del anterior 911 GT3, el motor del Speedster está equipado con dos filtros de partículas de gasolina (GPF) y cumple con el estándar europeo de emisiones Euro 6d TEMP EVAP-ISC (EU6 DG).
A pesar de ello, el propulsor de cuatro válvulas es capaz de conseguir 10CV de potencia más, gracias a mejoras como los inyectores de alta presión con un esquema optimizado para esparcir el combustible, así como a un sistema de admisión modificado con válvulas de acelerador individuales, que logra una respuesta más inmediata a la presión del pedal. El ligero sistema de escape de acero inoxidable y nuevo desarrollo pesa 10 kilos menos, incluyendo los dos filtros de partículas.
El 911 Speedster se ha desarrollado a partir del 911 R (2016) y el 911 GT3. Está equipado con eje trasero direccional deportivo, soportes de motor dinámicos, Porsche Torque Vectoring (PTV), Porsche Stability Management (PSM) y PASM con ajuste deportivo de la amortiguación, que baja la altura de la carrocería 25 milímetros. De serie incluye también discos de freno cerámicos PCCB (Porsche Ceramic Composite Brake) perforados y con ventilación interna.
Exteriormente, es reconocible por la doble cúpula trasera que sirve de tapa para el compartimento de la capota. Este elemento es su símbolo diferenciador desde el 911 Speedster de 1988. Esta doble cúpula es el componente más grande y complejo hecho de una sola pieza -de plástico reforzado con fibra de carbono- que Porsche dice haber utilizado hasta la fecha en un modelo de carretera. Entre las dos cúpulas el fabricante germano de deportivos ha instalado el sistema de protección antivuelco, que es igual que el del 911 Carrera Cabriolet.
La capota es de lona y se pliega en forma de Z por detrás de los asientos, el capó es de fibra de carbono (pesa dos kilos menos que en el 911 GT3) al igual que las aletas (originarias del 911 R), mientras que el faldón delantero cuenta con un spoiler de nuevo diseño en comparación con el del GT3. Tanto el faldón como el spoiler trasero extensible provienen del 911 GT3 Touring.
En el interior destacan los elementos en cuero negro para los reposacabezas y la zona lateral de los asientos baquet de fibra de carbono, así como para los apoyabrazos de las puertas y la funda de la pequeña palanca de cambios. La parte central de los asientos está tapizada con cuero perforado y para aligerar los paneles de puerta se usan tiradores negros y redes para almacenar objetos. Unos logotipos “Speedster” adornan los reposacabezas y el umbral de las puertas de carbono visto, además del cuentarrevoluciones central. Como el resto de instrumentos, éste tiene el fondo negro y la aguja blanca, con los dígitos y escalas en color verde, unas características que recuerdan a su famoso antepasado, el Porsche 356 Speedster. En la estructura transversal que hay detrás de los asientos se ha colocado una placa que hace referencia a la unidad exacta que es de las 1.948 que se fabricarán del 911 Speedster.
Para los amantes de la personalización, Porsche ofrece, por 24.679 euros, el paquete Heritage Design. Ha sido creado por Style Porsche y realizado por Porsche Exclusive Manufaktur. Este equipamiento reinterpreta elementos clásicos de los años cincuenta y sesenta, tales como la combinación de color interior en negro y cognac, con detalles en oro. También, sobre la pintura básica del vehículo, en color plata GT metalizado, se aplican unas bandas blancas que cubren parte de las aletas y el frontal.
Unos adhesivos de aspecto retro, con dorsales típicos de los coches de competición en las puertas y el capó delantero, completan el paquete. Los propietarios pueden elegir su número de dorsal con un máximo de dos dígitos. Finalmente, el escudo Porsche y los logotipos coloreados en oro corresponden a diseños utilizados en los cincuenta y sesenta.