Triumph Street Triple S, mucho más que una moto de iniciación
Tomando como referencia su hermana mayor RS y con una mecánica adaptada a los 35Kw reglamentarios para poder ser conducida con el carnet A2, la Triumph Street Triple S se ha convertido en una de las motos más deseadas por los usuarios que estrenan el carnet de moto por su enorme versatilidad y porque su limitación, además de ser plenamente reversible en cualquier taller oficial, no implica falta de sensaciones.
Además de una estética que enamora, la nueva Street Triple S A2 se posiciona como una moto ideal para aprender a conducir de verdad, ya que, por medidas, peso, polivalencia y entrega de potencia de su motor, es una verdadera escuela para sentirse motero. Es una moto ligera y ágil, pero con suficiente potencia para ser divertida en toda circunstancia, y sólo la entrada de la limitación en los regímenes más altos del motor será una “pega” según pasen los kilómetros recorridos con ella.
La Triumph Street Triple es una moto inconfundible por sus faros dobles, que si en la generación que nació en 2007 eran redondos, ahora han dado paso a unos LED que recuerdan la mirada de una avispa. Es una moto por tanto muy reconocible, y en este caso más, ya que solo está disponible en el color Crystal White con detalles en negro y Diablo Red, emblemas negros en el depósito y el subchasis en negro texturizado. Las suspensiones Showa y los frenos Nissin aseguran un comportamiento dinámico sin limitación alguna.
A nivel mecánico, este modelo S válido para el carnet A2 mantiene la homologación Euro 5 pero se diferencia de sus hermanas mayores por la cilindrada, que es de 660 cc en lugar de los 765 cc de aquellas. Su potencia limitada se queda en 47,6 CV (35 kw) y un par máximo de 60 Nm, con la potencia original de 95,2 CV y 66 Nm siempre en la recámara para cuando pasen 2 años y nuestro carnet pueda ser A. La caja de cambios de seis velocidades puede ligarse a un 'quickshifter' que no requiere del embrague para cambiar para mayor comodidad y mejor adaptación.
Gracias a que el motor apenas pierde un 10% de su Par, o sea de su fuerza útil, y a los 168kg de peso en bascula de la Triumph Street Triple S, esta moto se nota muy viva en todo momento, pero especialmente en las aceleraciones, y el sonido que la acompaña hará sentir a su piloto que conduce una moto de verdad en todo momento. Es sólo más allá de las 8.000rpm cuando se nota el “capado” mecánico. Los 810mm de altura de su asiento son otro punto a favor para que motoristas de toda estatura se sientan muy cómodos con ella.
En ciudad, su estrecho margen de maniobra por el limitado giro de manillar será un hándicap, mientras que las suspensiones y el mullido del asiento aportan mucho confort. En carretera, las suspensiones y frenos sacan de nuevo a relucir que están preparados para mucha más potencia y nos hacen circular con mucha seguridad, siendo el mayor problema la escasez de protección aerodinámica que su estética sin apenas cúpula le confiere, así que autovías y autopistas no merece la pena pisarlas, esta es una moto para disfrutar entre curva y curva. Sus 8.500 euros de PVP y una imagen Premium de primera redondean un conjunto sin duda perfecto.