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    Los conventos de clausura de Toledo atesoran un rico patrimonio material e inmaterial.

    Javier Longobardo
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    Francisco Rodríguez es el coordinador de una Asociación que busca garantizar la supervivencia de las comunidades religiosas dando respuesta a sus necesidades tanto personales como económicas y sociales.

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    La Asociación de Amigos de los Conventos de Toledo tiene sede en el convento de Santa Clara cerrado en 2016.

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    Vista del Hospital de Tavera desde el convento de Santa Clara.

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    'Paz y bien' es el lema de las clarisas.

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    El convento de Santa Clara está lleno de objetos cotidianos que recuerdan a sus antiguas moradoras.

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    Muchos rincones del convento de Santa Clara se encuentran como lo dejaron las monjas el último día.

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    Esta artesanía andina recuerda la procedencia de algunas de las monjas.

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    Una antigua radio tal vez fuera uno de los pocos contactos con la vida fuera de la clausura.

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    Un diploma recuerda que el Papa Francisco otorgó la bendición apostólica al Real Monasterio de Santa Clara.

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    La Asociación de Amigos de los Conventos de Toledo está preparando audioguías para facilitar las visitas guiadas.

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    Una monja de las Comendadoras de Santiago tiende ropa.

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    Una paloma, símbolo del Espíritu Santo, levanta el vuelo en un patio del convento de las clarisas.

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    Las grecas y adornos de la cerámica talaverana están presentes en el convento de Santa Clara.

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    Las cáscaras de los huevos utilizados por las carmelitas de Consuegra para elaborar sus roscones sirven de fertilizante rico en calcio para el taller de horticultura.

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    La archidiócesis de Toledo cuenta con 35 conventos de clausura abiertos. A todos ellos ayuda la Asociación de Amigos de los Conventos de Toledo.

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    La Asociación de Amigos de los Conventos de Toledo fue constituida el pasado 23 de enero, coincidiendo con San Ildefonso, patrón de la capital regional.

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    El tiempo parece correr en contra de la supervivencia de los conventos de clausura. La Asociación de Amigos luchará para que no ocurra.

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    Dos de los voluntarios de la Asociación de Amigos de los Conventos.

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    El patio de los naranjos de Santa Clara la Real cuenta con unas espectaculares yeserías que adornan dos puertas mudéjares con arcos de herradura.

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    Cualquier rincón del convento sorprende al visitante.

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    Talla de Santa Clara.

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    La austeridad rige la vida monacal.

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    Entrada al claustro de los laureles del convento de Santa Clara la Real.

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    La oración y la vida contemplativa rigen las horas dentro de un convento de clausura.

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    No todo es práctica en el taller de jardinería y horticultura.

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    El taller de jardinería y horticultura ha tenido buena aceptación.

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    La aventura de un grupo de laicos para salvar los conventos de Toledo

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    Francisco Rodríguez en el claustro de los laureles del convento de Santa Clara.

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    Sillas, bancos y pequeños muebles de madera se apilan para ser restaurados en el taller denominado 'Briconventos'.

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    Entrada que utilizaron las últimas clarisas para sus rezos diarios.

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    La zona baja de los muros perimetrales del claustro de los laureles van revestidas de azulejos talaveranos del siglo XVI.

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    Una de las monjas de clausura coleccionaba todo tipo de objetos y realizada cuadros con ellos como éste repleto de llaves antiguas.

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    Los muros de Santa Clara custodian parte de la historia de Toledo.

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