El inicio de la legislatura se está convirtiendo para nuestro presidente en lo que parece ser un camino hacia el calvario. Las elecciones dieron paso a una vía dolorosa por la que Pedro ha empezado a vagar. Una pesadilla recurrente donde al deambular por el Congreso, unos mercaderes le gritan “¿qué hay de lo mío?”, mientras que otros exclaman en lenguas desconocidas “¿cómo va lo de mi colega en Bruselas?” ¿Cómo sabe lo que dice? Los traductores de las Cortes Generales están haciendo horas extra.
Tan grave parece esta situación que en la Moncloa están instalando unas cartelas para marcar las 14 estaciones, que van desde la residencia hasta su despacho. Todas las etapas son difíciles, pero la que más le asusta es la décima: el presidente es despojado de sus vestiduras. Solo de pensarlo le dan escalofríos, con lo bien que le quedan los trajes Slim fit, sobre todo el berenjena y el azul eléctrico. Lo que no sabe es que la idea no es despojarle de sus amados outfits, sino cambiarle el look hacia algo más independentista; parece que se baraja colocarle una peluca al estilo “líder en el exilio”. Veremos en qué acaba esto.
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Detrás de esta viñeta están Benjamín y Mercedes. Son padre e hija. Benjamín dirige el estudio Arquitectos San Lorenzo 8. Mercedes es ilustradora y diseñadora gráfica. El texto queda a cargo de Paula, la hija mayor, que se dedica a la seguridad alimentaria. La idea de cada semana: un asunto de familia.